Universitarios crean sistema para producir plantas y peces en casa

Investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) crearon un sistema que permite a familias vulnerables producir en seis meses hasta 120 kilogramos de peces, caracoles y acociles, además de 45 kilogramos de vegetales comestibles, como frijol, chile y cebollín.

Etiquetas: 

Se trata del Sistema Acuapónico de Baja Intensidad (SABI) que combina las técnicas de acuacultura e hidroponía, una propuesta encaminada a disminuir la inseguridad alimentaria en Tabasco, pero que bien puede extenderse a todos los estados.

En un comunicado de la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el investigador Fernando Iriarte Rodríguez, detalló que esta idea es una estrategia de producción de alimentos en el traspatio de familias que habitan en zonas rurales o periurbanas, que les permite el acceso a productos frescos, inocuos y nutritivos, de manera prolongada.

El especialista explicó que el programa es de bajo costo, porque está integrado por materiales de uso común en la industria de la construcción y reutiliza instrumentos, como botellas de PET para la instalación de macetas y contenedores plásticos industriales que son usados como filtros.

Su operación requiere bajo consumo energético, pues se ayuda de una bomba magnética de mínimo consumo para generar la recirculación del agua.

Es ambientalmente amigable, ya que el uso del vital líquido después del llenado es bajo y la descarga de sedimentos mínima, además de que emplea organismos acuáticos nativos con alto potencial acuícola, como el caracol y el acocil, y vegetales que forman parte de la cultura alimentaria de la entidad.

La acuaponía es una técnica de producción de especies acuáticas y vegetales inspirada en las técnicas que los aztecas utilizaban a través de las chinampas para aprovechar las excretas de peces y microalgas para nutrir los cultivos de maíz.

Suma las cualidades de la acuacultura y la hidroponía a través de un sistema de recirculación del agua, para producir de manera sostenible alimentos de alto valor nutritivo, como fuente de proteínas, de vitaminas y minerales, con un valioso impacto social y económico a nivel local.

Este tipo de producción es una alternativa en México; sin embargo, estos sistemas no están exentos de los riesgos que representan factores externos como la radiación solar, la temperatura y fenómenos naturales como ciclones y huracanes.

La infraestructura de esta iniciativa tecnológica se compone de una tina (alberca), contenedores plásticos industriales, un sistema de tuberías de PVC y botellas de PET recicladas.

Iriarte Rodríguez precisó que actualmente seis familias tabasqueñas se benefician de este proyecto.

“Los resultados, independientemente de que se obtienen alimentos saludables, libres de toxinas, inocuos y que están siempre ahí, han mostrado beneficios como el incremento de la seguridad alimentaria de las familias, su empoderamiento al consumir alimentos que ellas mismas producen y la organización que tienen para hacerse cargo del sistema”, puntualizó.

 
 

Fuente: Notimex