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Por Información Estratégica

La prensa amenazada

En lo que va de este año, ocho periodistas han sido asesinados en México. La impunidad de estos casos ha hecho que por primera vez distintos medios de comunicación, nacionales e internacionales, participen en un desplegado que exige un alto a la violencia que viven actualmente los informadores. El tema tuvo tal trascendencia, a raíz de la muerte de Jesús Javier Valdez Cárdenas en Sinaloa, que incluso el Presidente organizó una mesa donde anunció tres medidas extraordinarias para abordar el problema.

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Parametría es una empresa dedicada a la investigación estratégica de la opinión y análisis de resultados, herramienta fundamental para conocer la imagen de las instituciones o personas, la…

En la opinión pública mexicana también prevalecen las opiniones que refieren que la inseguridad en el país está mermando el trabajo de los periodistas. Esta preocupación parece coincidir con la preocupación que tienen los ciudadanos hacia su propia seguridad. De acuerdo con los datos del INEGI más del 70 por ciento de la población considera que vive en condiciones de inseguridad. Con estos números en mente, el público mexicano no debe sorprenderse por lo que le pasa a los periodistas.

La encuesta más reciente de Parametría realizada cara a cara en vivienda, indica que más mexicanos consideran que actualmente no hay libertad de prensa en el país, ni en los estados. El 61% dijo que no había libertad de prensa en México y el 58% consideró lo mismo de la entidad donde vive. Lo que no queda claro es si esta percepción se debe, en parte, a las restricciones que la actividad periodística sufre en el país.

Otro hallazgo de la encuesta es que de 2015 a 2017 han aumentado las personas que consideran “importante” o “muy importante” que los periodistas del país puedan hablar libremente de todos los temas. Así lo mencionó el 85% de entrevistados en 2017, hace dos años el porcentaje fue de 82%.

Tal vez el dato más revelador del estudio es que nueve de cada diez mexicanos (88%) considera que la actual situación de inseguridad está obstruyendo el trabajo de los periodistas para dar a conocer información que tiene que ver con la delincuencia. Además, vemos que este porcentaje ha crecido 26 puntos porcentuales desde mayo de 2012, cuando iniciamos la serie en Parametría.

De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, de 2000 a 2017, 83 periodistas perdieron la vida en México. Los estados que más casos registraron son: Veracruz con 20 asesinatos, Oaxaca que tuvo 15, Chihuahua, Tamaulipas y Guerrero con 14 homicidios cada uno. Es importante destacar que estos estados presentan otras características comunes: delincuencia organizada, corrupción y ausencia del Estado de derecho.

El último reporte de la asociación internacional Freedom House, “Freedom of the Press 2017”, indica que México se encuentra actualmente en la clasificación de los países sin prensa libre. Categoría que compartimos con Honduras, Ecuador, Venezuela y Cuba. En el caso de México, la violencia que se ejerce contra los periodistas ha sido una de las variables más importantes para situarlo en dicho sitio. El estudio no sólo considera la cantidad de homicidios a periodistas, sino además la impunidad de los casos y la falta de mecanismos gubernamentales para su protección.

Si bien es cierto que el promedio del ciudadano no conoce con precisión las causas de esta violencia, lo cierto es que es empática con la situación de los comunicadores. Lo más delicado de este panorama para los propios medios es que, a la vez que se encuentran en esta condición de vulnerabilidad, sus niveles de confianza están cayendo sustancialmente. Es decir, la actividad periodística además de pasar a ser riesgosa está en los niveles de credibilidad más bajos de su historia.

Esperemos que los niveles de violencia contra los comunicadores sean circunstanciales y México, eventualmente, ocupe un mejor lugar en el mundo en términos de libertad de prensa. Lo que se observa más difícil es que sus niveles de confianza puedan mejorar o regresar a sus niveles históricos. Sin duda hoy ejercer el periodismo en este país se ha convertido en una actividad de alto riesgo, y la reputación social no parece compensar esta costosa profesión.