Padierna Luna recordó que la política petrolera en el periodo 2000-2006 estuvo llena de desaciertos, con malas administraciones y una excesiva corrupción. “La errática planeación y la colocación de directores sin conocimiento, provocaron que Petróleos Mexicanos no aprovechara el potencial que en 70 años había consolidado y mostrara un estancamiento, pese a la máxima producción histórica de hidrocarburos que se logró en el 2004 de 3 millones 550 mil barriles de petróleo por día. Esto sucedía cuando el precio de barril se cotizaba en máximos históricos en ese momento”.
Afirmó que en este periodo Petróleos Mexicanos resintió -como nunca antes-, los embates dirigidos a romper su verticalidad; quedó políticamente más dividida e internacionalmente más sofocada que antes de 2000. “Los errores de planeación y la indiferencia del gobierno federal frente a los grandes problemas de la industria provocaron que Pemex se debilitara y pasara a convertirse en la salvadora circunstancial de las finanzas elevando sus ingresos tributarios, con ello restó presiones presupuestales”.
“Como primer acto violatorio a la Constitución en el sexenio, Vicente Fox invitó al Ministro de Recursos Naturales de Canadá junto con una comitiva de empresarios a la presentación del Programa Sectorial de Energía 2001-2006, quienes estaban interesados en invertir en las aéreas de gas, electricidad y petróleo, algo descomunal. Es una muestra del interés desmedido y la premura del Ejecutivo por abrir la industria al sector privado”, añadió.
La legisladora perredista relató que al optimismo desbordado del Ejecutivo le siguieron incontables visitas a Estados Unidos, Canadá y Europa, en las que ofreció la apertura indiscriminada del sector energético con el argumento de que su proyecto de reforma prácticamente sería aprobado por el Congreso.
“Vicente Fox no tuvo la inteligencia ni voluntad para hacer lo que las demás petroleras del mundo hacían en ese momento: invertir en ciencia y tecnología, levantar infraestructura propia para hacer crecer al sector energético; en contraparte, se consolidó el contratismo dentro de Pemex y en la Comisión Federal de Electricidad, lo que dio paso a una serie de actos escandalosos de corrupción y nepotismo”, aseveró.
La vicecoordinadora parlamentaria enlistó la serie de errores cometidos durante la administración de Fox: la abrupta caída de las reservas petroleras durante el sexenio de Fox, de 34.1 miles de millones de barriles en 2000 a 17.6 en 2005; aniquiló al Instituto Mexicano del Petróleo; abandonó toda inversión en Petroquímica y cobijo a funcionarios corruptos. Este actuar nos llevo aumentar significativamente las importaciones de gasolina y gas natural, poniendo en riesgo nuestra seguridad energética.
Añadió que hubo un severo aumento en la deuda financiera externa; el saldo total de la deuda de Pemex ascendió a finales de 2005 a más de 50 mil millones de dólares, 7 por ciento del PIB y casi 30 por ciento de la deuda total del sector público.
Refirió que al término de su mandato quedó evidenciada una escandalosa lista de actos de corrupción y nepotismo, por lo que El Congreso de la Unión creó una comisión especial para investigar probables delitos de tráfico de influencias, operaciones con recursos de procedencia ilícita y evasión fiscal de los hijos de Martha Sahagun. Esta comisión entregó a la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados el informe donde se acreditó la existencia de ocho empresas en las que participaron Manuel Bribiesca, Jorge Bribiesca y Martha Sahagun de Fox en múltiples contratos adjudicados en Pemex en aéreas de exploración, perforación, refinación, transporte, petroquímica y gas. Utilizando varias compañías con prestanombres en las que destacan Oceanografia S.A de C.V. y Construcciones Practicas S.A de C.V, entre otras.