En un comunicado publicado en su portal oficial, el máximo organismo de esta disciplina indicó que de los descartados para la justa veraniega, tres obedecen a que tienen un caso positivo de dopaje en su historial, y el resto por estar “potencialmente implicados” en el escándalo que azota al deporte ruso.
Así, la UCI hizo valer su derecho de determinar quiénes estaban en condiciones de acudir a Río 2016, tal como estableció el Comité Olímpico Internacional (COI) el pasado domingo, en busca de no suspender a toda la representación rusa, a raíz de una crisis desatada dentro del atletismo de ese país.
Para llegar a una resolución, la UCI se apoyó en los expedientes de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y en el caso de los ciclistas limpios, se explicó que no se tomaron en cuenta exámenes antidopaje efectuados por la Agencia Antidopaje de Rusia (Rusada).
Si bien en el texto no se revelaron los nombres de quienes se perderán la cita cuatrienal, Ilnur Zakarin y Olga Zabelinskaya, especialistas en la modalidad de ruta, son de los principales candidatos a despedirse oficialmente de su boleto.
Zakarin, quien hace unos días se adjudicó una etapa de Tour de Francia, recibió en 2009 una suspensión de dos años por un anabolizante; mientras Zabelinskaya aceptó en febrero pasado una sanción de 18 meses por usar un estimulante prohibido.
