Aplazan juicio que puede provocar caída de presidente brasileño

La Justicia electoral aplazó hoy el inicio del proceso contra el actual presidente de Brasil, Michel Temer, y la exmandataria, Dilma Rousseff, por el supuesto uso de dinero ilícito en la campaña conjunta durante las elecciones presidenciales de 2014.

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Michel Temer.

El proceso judicial del Tribunal Superior Electoral (TSE) inició la mañana de este martes en un marco de expectación, ante la posibilidad de que la Justicia pueda anular el mandato de Temer si se demuestra que usó dinero originado de la corrupción para financiar su campaña.

En la primera audiencia del juicio, sin embargo, el juez instructor Herman Benjamin atendió al pedido de la defensa para dar más plazo para presentar alegaciones, y también anunció que realizará interrogatorios a por lo menos tres testigos antes de llevar el caso al plenario.

“Este es le juicio más importante de la historia de esta Corte”, dijo Benjamin.

Ello supone, de facto, que el proceso se alargará, como pretende la defensa de Temer y de Rousseff, con el objetivo de que un eventual veredicto contrario a sus intereses solo sea pronunciado en vísperas de las elecciones generales de final de 2018.

El TSE investiga desde octubre de 2015 si se usó dinero ilícito procedente de la corrupción destapada por la Operación Lava Jato –la mayor trama de desvíos de dinero público revelada en Brasil hasta la fecha- para sufragar gastos de la campaña presidencial.

El sumario está bajo secreto de la Justicia, pero algunas filtraciones señalan que tanto el juez instructor del caso como el fiscal electoral recomendaron la anulación del mandato de Temer y la inhabilitación política de Rousseff por ocho años.

Si la mayoría de los siete jueces del TSE votan a favor de la anulación del mandato, Temer perdería la Presidencia, y la Cámara Baja elegiría en comicios indirectos un nuevo presidente que guíe al país hasta las elecciones generales de 2018.

No existe un plazo previsto para emitir un veredicto al respecto, y algunos expertos advierten que –como quedó demostrado este martes- el proceso podría demorarse durante meses, quizá incluso hasta después de terminado el mandato de Temer, quien asumió el poder en mayo de 2016.

El juicio se produce un año después de las turbulencias políticas provocadas por el ‘impeachment’ a Rousseff y en un clima de erosión de la popularidad de Temer, quien tiene apenas el 10 por ciento del apoyo de los brasileños, según las encuestas más recientes.

Fuente: Notimex