La televisora indicó que la policía fue alertada sobre un sospechoso artefacto en la orilla del río, en una lugar cercano a la popular atracción, por lo que inmediatamente establecieron un perímetro de seguridad y resguardaron a los cientos de turistas congredados en el lugar.
Según BBC, luego de identificada la posible amenaza, las autoridades retiraron el cordón de seguridad y reabrieron la concurrida instalación turística.
La Policía Metropolitana explicó que retornarán al sitio cuando baje la marea para recuperar el supuesto explosivo y, de ser necesario, realizar una detonación controlada.
En los últimos años, el descubrimiento de bombas sin explotar de las II Guerra Mundial en la inmediaciones del Tamésis y otros lugares de la capital británica, resultan hechos ya habituales.
En 2017 este es el tercer acontecimiento de este tipo que tiene lugar. El primero ocurrió el 17 de enero, cuando fuerzas del orden encontraron en la ribera del propio río otro artefacto similar al de este domingo, entre los importantes puentes de Westminster y Waterloo.
Poco menos de dos meses más tarde, el dos de marzo, fue hallada otra presunta bomba en un edificio en construcción en Brondesbury Park, al norte de la ciudad.
En aquel momento fueron evacuadas una escuela, una guardería y los inmuebles de la zona, mientras que dos camiones de bomberos trabajaron durante todo el día en el lugar de la escena.
Debido a la diligente gestión de los responsables, en ningunos de los sucesos se reportaron víctimas.
El hallazgo de numerosos explosivos sin detonar pertenecientes a la II Guerra Mundial se debe a los más de 70 ataques que propinó la fuerza área alemana, más conocidad como Luftwaffe, a la capital británica entre 1940 y 1941.
A raíz de esas incursiones, múltiples reportes señalan que más de 40 mil civiles fueron asesinados y más de un millón de casas de la ciudad fueron destruidas o dañadas.