En un comunicado, Guterres condenó el lanzamiento el 4 de julio del misil de posible alcance intercontinental y subrayó que "constituye una peligrosa escalada de la situación".
"Los líderes de la RPDC (República Popular Democrática de Corea) deben cesar otras acciones provocativas y cumplir plenamente con sus obligaciones internacionales", pidió el titular de la ONU.
Guterres subrayó además la importancia de mantener la unidad de la comunidad internacional para abordar lo que consideró un "grave desafío".