El abogado José Yunes, asesor especial de la Presidencia de Brasil hasta diciembre pasado y amigo personal de Temer durante décadas, dijo a la prensa que el actual jefe de la Casa Civil, Eliseu Padilha, le pidió un favor en 2014: recibir en su oficina un paquete de “documentos”.
El “paquete” sería, en realidad, dinero procedente de sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht para sufragar gastos de la campaña política de varios partidos, y el monto ascendería a 10 millones de reales (unos 3.3 millones de dólares).
Fuentes de Odebrecht –empresa en el centro del esquema de pago de sobornos y coimas a políticos en varios países de América Latina a cambio de adjudicación de licitaciones- dijeron a la policía que en 2014 Padilha actuaba, en realidad, como intermediario del propio Temer en la recepción de coimas.
Temer habría hecho ese pedido de dinero ilícito al entonces presidente de Odebrecht, Marcelo Odebrecht, en su residencia oficial cuando era vicepresidente de la República, según relató un confesor a la policía en el marco de la Operación Lava Jato.
Padilha, uno de los hombres más fuertes del Gobierno de Temer, pidió esye viernes una excedencia temporal del cargo de jefe de la Casa Civil, que equivale al de primer ministro en Brasil, aduciendo razones médicas.
Se trata del segundo ministro que alega razones médicas para salir del Gobierno, tras la dimisión sorpresiva el miércoles del ministro de Relaciones Exteriores, José Serra, también sospechoso de haber recibido dinero ilícito de la corrupción para financiar su campaña electoral presidencial en 2010.
Padilha y Temer son miembros del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), formación en el poder en Brasil y gran aliada del Partido de los Trabajadores (PT), de Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff, en sus 13 años de Gobierno.
Varios líderes del PMDB en el Congreso y el Senado figuran como sospechosos por su participación en la Operación Lava Jato.
