Un total de 59 misiles de crucero Tomahawk fueron lanzados este viernes desde sus buques de guerra en el Mediterráneo oriental, tomando como objetivo la base aérea siria que sospecha alberga el avión que llevó a cabo el ataque.
Jeff Davis, el portavoz del Pentágono, dijo que según inteligencia estadunidense, los aviones que arrojaron bombas cargadas con un agente nervioso en la localidad de Khan Sheikhoun y que mataron a más de 80 personas, habían partido de la base aérea de Shayrat.
La base aérea de Shayrat se encuentra en la provincia de Homs, unos 25 kilómetros al sureste de la ciudad homónima. Con una superficie de unos 10 kilómetros cuadrados, cuenta con dos pistas de aterrizaje de tres kilómetros de longitud, así como con decenas de hangares, edificios e instalaciones de almacenamiento.
El aeródromo de Shayrat no solo es utilizada por las fueras sirias. Rusia, su aliado clave, mantiene fuerzas en esa misma base.
Rusia ha tenido fuerzas desplegadas en Shayrat desde finales del 2015 como parte de su actual operación en Siria, y ha usado la instalación para lanzar ataques contra el Estado Islámico en la batalla por la ciudad de Palmira.
Rusia la utiliza como una base de operaciones para helicópteros de ataque y ha invertido mucho dinero en la actualización y modernización de la terminal, aunque ahora se encuentra severamente dañada por el bombardeo con misiles de Estados Unidos.
A pesar de ser advertida del ataque de antemano, parece que Rusia no desplegó misiles tierra-aire, que son capaces de rechazar a los misiles Tomahawk estadunidenses.
La base en sí ya existía desde hace mucho tiempo y ha sido el hogar de una gran serie de aviones, incluyendo los MiG 23, MiG 25 y los jets Su 22 de la era soviética.
La base aérea, que ha sido reducida a escombros, contaba también con 45 a 50 hangares reforzados.
Un funcionario estadunidense aseguró que la evaluación inicial es que 58 de los 59 misiles "degradaron severamente o destruyeron" sus objetivos.
Advirtió que esto es sólo la primera valoración usando radar, y que aún están por hacerse evaluaciones más sólidas con el uso de satélites y otros equipos de vigilancia.
Treinta y seis de los Tomahawks fueron disparados por el buque USS Ross mientras que los 23 restantes salieron desde el USS Porter, dijo el funcionario.
Davis también declaró que las primeras indicaciones sugieren que el ataque había "dañado o destruido severamente aviones sirios e infraestructura de soporte... reduciendo la capacidad del gobierno sirio de lanzar armas químicas".
"Las primeras informaciones indican que aviones sirios, infraestructura de apoyo y equipamientos en la base de Shayrat fueron dañados severamente o directamente destruidos, reduciendo la capacidad del gobierno sirio de usar armas químicas", afirmó Davis de acuerdo con un reporte de la cadena británica BBC.
El Comando Militar General sirio dijo que los ataques causaron "un daño material extenso" a la bases aérea de Shayrat.
El ejército sirio dijo que el ataque había provocado la muerte de seis miembros del personal de la base y varios heridos, además de causar "un daño material enorme".
La agencia de noticias oficial Sana informó que nueve civiles que vivían en aldeas cercanas a la base aérea también habían muerto y que cuatro eran niños.
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que sólo 23 misiles impactaron en la base aérea siria, y que la ubicación de los 36 misiles de crucero restantes aún no se conoce, según la agencia estatal RIA.
Un portavoz del Ministerio de Defensa ruso dijo que fueron destruidos un depósito de equipos, un edificio de entrenamiento, seis MiG-23 de la Fuerza Aérea Siria que se encontraban en hangares de reparación y una estación de radar.
La pista y calles de acceso, así como los aviones que se encontraban estacionados no fueron dañados, agregó.
El vocero también describió la efectividad del ataque estadunidense como "extremadamente baja", tras señalar que sólo 23 misiles habían impactado Shayrat.
El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció los ataques, calificándolos de "agresión contra un Estado soberano en violación de las normas del derecho internacional".
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que Putin cree que el ataque fue hecho bajo un "pretexto inventado", según la agencia de noticias estatal rusa Sputnik.
En una declaración, el Kremlin dijo que Siria "no tiene armas químicas", apuntando a los informes de los inspectores de la ONU, y dijo que los ataques de Estados Unidos "han golpeado seriamente las relaciones rusos-estadunidenses que ya están en mal estado".