El presidente de la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la UE, Jean-Claude Juncker, convocará una sesión extraordinaria de los 28 para debatir una respuesta común, revela el diario Financial Times, citado aquí por la prensa local.
Juncker llamaría a debatir las condiciones para desarrollar la cooperación con Washington en caso de ponerse en vigor las restricciones, que prevén castigar a compañías norteamericanas y de terceros países con inversiones en la esfera energética rusa.
Una de las medidas comunes sería las opciones a aplicar para los casos en que empresas energéticas y de otro tipo europeas puedan convertirse en blanco de las sanciones de Estados Unidos.
Siempre según Financial Times, un documento preparado para la mencionada reunión de urgencia incluiría un llamado para los miembros de la UE a estar prestos para entrar en acción en los próximos días.
El bloque comunitario podría exigir a Washington una declaración pública y por escrito de que las medidas debatidas ahora en el Congreso norteamericano de ninguna forma dañarán los intereses europeos.
Además, la UE podría decretar como no válidas las restricciones aplicadas por Washington en el territorio abarcado por ese bloque regional, destaca la publicación.
La entidad con sede en Bruselas podría, incluso, presentar contramedidas en el marco de la Organización Mundial del Comercio.
En una primera reacción la semana pasada, la UE declaró que las nuevas sanciones discutidas en Estados Unidos son unilaterales y negativas, mientras sus consecuencias son imprevisibles.
Una de las sanciones estadounidenses está dirigida, específicamente, contra el proyectado de gasoducto Torrente Norte-2, en el cual participan varias compañías europeas, con un esquema de entrega de crédito, junto a la rusa Gazprom.
El gasoducto llevaría, al igual que su primera versión ya en activo, el gas natural ruso desde estaciones de bombeo en esta nación, a través del Mar Báltico, a centros concentradores germanos, sin naciones intermediarias.