Científicos presentaron la primera evidencia de los efectos de la acidificación de los mares en la reproducción de los peces en su hábitat natural, lo cual es relevante dada la importancia del pescado en la seguridad alimentaria y en la estabilidad del ecosistema.
Los tres machos de los peces de la especie Symphodus ocellatus, habitante comunes del mar Mediterráneo, compiten para fertilizar óvulos que son guardados por los machos dominantes de anidación, refieren los investigadores.
Explican que los machos dominantes construyen nidos y proporcionan defensa, los machos satélite ayudan a los primeros a cambio de una parte de los huevos y los machos zapatilla dan vueltas alrededor de los nidos para tratar de tomar ventaja si se distraen los dominantes.
Los investigadores estudiaron las complejas interacciones de estas criaturas en las zonas cercanas a las chimeneas volcánicas submarinas, a través de las cuales se filtra dióxido de carbono (CO2) que hace más ácida el agua de los océanos.
Encontraron que los comportamientos de apareamiento clave, como el cortejo, y la defensa del nido no difieren frente a altas concentraciones de acidificación.
Sin embargo, en el mismo medio los machos dominantes experimentan tasas significativamente menores de desove, indica el equipo internacional de investigadores en un artículo publicado este miércoles en la revista Royal Society Proceedings B.
A pesar del mayor riesgo de competencia espermática que se encuentra en niveles elevados de CO2, los especialistas también encontraron una tendencia a la baja en el desove.
Los investigadores afirman que los cambios que muestran los peces ocelados, habitantes comunes en el mar Mediterráneo, son “sutiles pero ecológicamente importantes”.
Debido a la importancia del pescado para la seguridad alimentaria y la estabilidad del ecosistema, este estudio pone de relieve la necesidad de una investigación específica sobre los efectos del aumento de niveles de CO2 en los patrones de reproducción en los peces.