Investigan comportamiento de coralinas ancladas en rocas de BCS

Investigadores de la UABCS llevaron a cabo un estudio en torno al comportamiento de los mantos de rodolitos para conocer aspectos relacionados con su crecimiento, variación temporal y dinámica de nutrientes.

Etiquetas: 

El objetivo es aportar más al conocimiento de los mantos de rodolitos, que representan una de las comunidades marinas más importantes en aguas someras o superficiales cercanas a la costa, dijo Laurie Anne McConnico, responsable del proyecto y egresada de la UABCS.

McConnico, quien cursó el Posgrado en Ciencias Marinas y Costeras de la UABCS, explicó que los rodolitos son algas calcáreas rojas que forman densos mantos en las zonas costeras de todo el mundo, constituyendo un hábitat para cientos de especies.

La investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) señaló que a menudo se puede observar a las algas calcáreas o coralinas ancladas en las rocas o en el lecho marino.

No obstante, dijo, existe un tipo de alga que no se aferra al sustrato marino, “en lugar de ello, se desplaza libremente por medio de las corrientes: a éste se lo conoce como los rodolitos”.

Estos organismos marinos poseen un esqueleto duro en forma circular conformado principalmente por carbonato de calcio. Pueden alcanzar el tamaño de una pelota de golf o incluso de softbol; además, se sabe que pueden vivir hasta 300 años.

Suelen vivir en comunidades llamadas mantos, los cuales pueden servir como hogar para otras especies que habitan con ellos.

Por ejemplo, en Bahía Magdalena, llegan a alcanzar una extensión de 15 metros de ancho y 100 metros de largo, aunque en otras partes, como en Brasil, es posible encontrarlos en casi toda la costa.

A pesar de su importancia y que son particularmente vulnerables a las perturbaciones humanas y naturales, hay poca información de la tasa de crecimiento, la persistencia de especies asociadas y los factores que afectan la persistencia y estabilidad.

La especialista realizó esta investigación en las bahías Magdalena y Concepción de Baja California Sur, contó con el apoyo de Rafael Riosmena Rodríguez, y Carlos Armando Sánchez Ortiz, profesores de esa casa de estudios; así como Gustavo Hernández Carmona, del CICIMAR.

“Con el estudio pudimos ver que los mantos de rodolitos tienen una alta concentración de nutrientes en cuestiones de amonio, nitrato y fosfato. Además, se constituyen como una fuente de nutrientes extra”, dijo.

Hablando desde una perspectiva ecológica, añadió, “son muy importantes, porque pueden modificar el fondo del mar donde sólo hay piedras y arena. Tienen la capacidad para proveer hábitat a varios organismos que viven dentro y entre sus ramas”.

Los análisis también indicaron que hubo una alta concentración de nutrientes dentro de los rodolitos y los sedimentos, en comparación a la concentración del agua en el ambiente.

Laurie McConnico asegura que aún se necesitan más estudios para comprobar si la criptofauna cuantificada en los experimentos es responsable de los nutrientes extra que reciben estas algas a la deriva.

O bien, si otros organismos son quienes emiten dichas sustancias; razón por la cual está interesada en investigar a la comunidad que vive dentro de los rodolitos.

Porque es un factor que afecta los resultados de las investigaciones, y por ello quiere identificar a los organismos que están involucrados para explicar los resultados que obtuvo de sus experimentos.