Fomento a la lectura, tarea fundamental e impostergable para México

Para muchas personas leer es un placer, hábito, aprendizaje, entretenimiento y un escape de la realidad, sin embargo, hay otras que no lo hacen por desinterés o falta de tiempo, y ante este panorama en México el fomento a la lectura representa una tarea fundamental e impostergable.

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Son muchos los beneficios de adentrarse a un libro, entre los más importantes se encunetran el enriquecimiento del conocimiento; además, ayuda al desarrollo humano, del lenguaje, las habilidades mentales y alimenta el funcionamiento del cerebro.

De acuerdo con los resultados del Módulo sobre Lectura (MOLEC), levantado por el Inegi en febrero de 2016, los mexicanos leen en promedio 3.8 ejemplares, por abajo de Chile con 5.4 libros al año, Argentina con 4.6, Colombia con 4.1 y Brasil 4 libros anuales.

Las personas entrevistadas argumentan que la razón para leer libros y revistas es por “entretenimiento”, mientras que quienes lo hacen en periódicos lo asocian a su interés por la “cultura general o por estar al día”.

En promedio, la población encuestada dedica 38 minutos a la lectura por sesión continua y el tiempo aumenta conforme se eleva el nivel de escolaridad.

Quienes declararon que no leen ningún tipo de material, un 48.5 por ciento dice que no tiene tiempo, mientras que un porcentaje de 22.5 expone falta de interés como su principal motivo.

También el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), con apoyo de otras instituciones y diversos especialistas realizó la Encuesta Nacional de Lectura y Escritura 2015.

Este estudio arrojó datos interesantes y un poco más alentadores, porque indican que en México el nivel de lectura en promedio es de 5.3 textos por habitante, de los cuales 3.5 lo hacen por gusto y 1.8 por necesidad escolar o laboral.

En este caso los jóvenes de entre 17 a 22 años de edad expresaron que el estímulo por la lectura proviene de los padres y maestros, en contraste con grupos de mayor edad que presentaron porcentajes más bajos en este factor.

La agencia NOP World en su ranking de cultura “Hábitos de medios” realizó un listado en función a cuánto tiempo dedican a la lectura las personas en el mundo y los resultados arrojaron que en promedio son 6.5 horas semanales.

Y así, la India con una población con poco más de mil 220 millones de habitantes encabeza la lista, ya que dedica a la semana 10.7 horas a la lectura, a pesar de que tiene un índice de analfabetismo de 39 por ciento.

En el listado continúa Tailandia, China, Filipinas, Egipto, República Checa, Rusia, Suecia, Francia y Hungría, por mencionar algunos.

México ocupa la posición 24 en el ranking, donde su población de más de 116 millones de habitantes leen 5.5 horas semanalmente.

Para reforzar el gusto por la lectura y permitir el desarrollo de las habilidades lectoras de los estudiantes, en nuestro país existe el Consejo Escolar de Participación Social. Comité de Lectura, dependiente de la Secretaría de Educación Pública (SEP).

El Comité señala que leer es mucho más que decodificar un texto o comprenderlo literalmente, pues implica apropiarse de lo leído para desarrollar conocimientos, alcanzar metas personales y participar con más efectividad en la sociedad.

Libro, un vehículo para conocer el mundo

La lectura mejora la capacidad de observación, atención, concentración, análisis y espíritu crítico, además de generar reflexión y diálogo; una persona puede divertirse, reflexionar, estimular y satisfacer la curiosidad sobre los temas de interés y para ello se necesitan desarrollar competencias que permitan aprovechar al máximo la experiencia de leer, sobre todo a través de la práctica.

También, es un factor determinante para el desarrollo de habilidades de los estudiantes, las cuales impactarán en su desempeño escolar y laboral. Por tanto, la instancia señala que fomentar la lectura es una tarea fundamental e impostergable, y tarea de todos: estudiantes, maestros, directivos, familia y el resto de la comunidad escolar.

El Consejo Escolar de Participación Social sugiere que, por lo menos, cada ocho días, padres o familiares cuenten cuántas palabras leen los estudiantes en un minuto.

Además, lleven un registro para observar su avance en relación con los Estándares Nacionales de Habilidad Lectora, los cuales establecen el número de palabras por minuto que se espera que los alumnos de educación básica puedan leer en voz alta al terminar el grado escolar que cursan.

No se trata de obtener los valores máximos, sino el mínimo suficiente, al menos, de acuerdo al grado escolar, y buscar después la mejora constante; al mismo tiempo, se debe poner especial énfasis en que los niños y jóvenes comprendan lo que leen.

Con los programas implementados se prevé aumentar los niveles de lectura en la comunidad escolar, reforzar ese hábito a nivel familiar; fomentar la instalación, uso y fortalecimiento de la biblioteca escolar y de aula para que una oferta de títulos variada.

Fomentar la lectura, tarea de todos

Además de las autoridades educativas, diversas empresas y organizaciones de la sociedad civil han contribuido a fomentar la lectura con distintos programas, campañas y ferias.

“Leer para aprender”, “Diviértete leyendo”, “Menos face y más book”, “Cuando despiertes vas a querer leer. Una, dos, ¡tres!”, “Mi libro es más grande que el tuyo. Libros para hombres”, “Por favor lee”, “Leer para estar bien”, “LEE 20 minutos al día” y “LEER para estar bien”, son algunos de los lemas con los que se han identificado algunas campañas.

También se llevan a cabo diversas ferias del libro a lo largo del año para promover la lectura, como la Internacional del libro de Guadalajara, del Palacio de Minería, del Libro Infantil y Juvenil, del Politécnico y el Festival del Libro Infantil y Juvenil de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Incluso, se otorga el Premio al Fomento a la Lectura y la Escritura a quienes de manera individual o colectiva, llevan a cabo acciones en favor del fomento a estas artes.

El 23 de abril es un día simbólico para la literatura mundial porque fue ese día pero de 1616 cuando fallecieron Miguel de Cervantes, William Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega.

Esta fecha también coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes como Maurice Druon, Haldor K.Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla y Manuel Mejía Vallejo.

Ante ello la Conferencia General de la UNESCO, celebrada en París en 1995, fue que decidió rendir un homenaje universal a los libros y autores en esta fecha, alentando a todos, y en particular a los jóvenes, a descubrir el placer de la lectura y a valorar las irremplazables contribuciones de aquellos quienes han impulsado el progreso social y cultural de la humanidad.

Es así como se crea el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, así como el Premio UNESCO de Literatura Infantil y Juvenil Pro de la Tolerancia.

Además cada año, este organismo y las tres organizaciones profesionales internacionales del mundo del libro (la Unión Internacional de Editores, la Federación Internacional de Libreros y la Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones Bibliotecarias) eligen una capital mundial del libro cuyo mandato empieza cada 23 de abril.

El comité de selección decidió que fuera en 2017 Conakry, capital de Guinea, por “la calidad y la diversidad de su programa, en particular, la atención que presta a la participación de la comunidad”, así como “su presupuesto bien estructurado y objetivos de desarrollo claros, que se centran en la juventud y la alfabetización”.

En México el fomento a la lectura es una tarea pendiente, sin embargo, para avanzar en esta materia es necesaria la colaboracion de las distintas autoridades, pero sobre todo el interés de la población para enriquecer su acervo cultural.

 
 

Fuente: Notimex