Según los representantes de los trabajadores, que han encargado un estudio al respecto a un grupo de juristas, ArcelorMittal "estaría integrando una nueva reducción de efectivos" a la que ya está en marcha en su plan, lo que "quebrantaría la 'ley Renault".
Esa legislación señala las fases de información y negociación de la empresa y los sindicatos en un proceso de cierre.
Dado que ya estaban en marcha esas consultas, ampliar ahora el número de despedidos (en 214 personas más) sin volver a empezar las fases que marca la ley Renault es actuar en contra de la legislación, según los juristas.
Se ha convocado una reunión el próximo 27 de agosto entre representantes de la plantilla y la siderúrgica para discutir la situación.
Hace ya diez meses que ArcelorMittal anunció su decisión de cerrar la fase de fabricación caliente de su planta de Lieja, lo que en términos prácticos supone el cierre definitivo de dos hornos, que lleva años en parada temporal.
En la planta se habían sucedido algunas semanas antes del anuncio de cierre numerosas protestas de los trabajadores ante la posibilidad de que los hornos no retomasen la actividad.
Los empleados llegaron incluso a retener durante 24 horas a seis miembros de la dirección de la factoría.
Las instalaciones de Lieja figuran entre las más antiguas de Bélgica, pues la producción siderúrgica comenzó allí en 1817 y fueron durante años un centro de riqueza para toda la región.
Arcelor -y posteriormente ArcelorMittal tras la creación del gigante del acero- se hicieron cargo de la fábrica que vivió un relanzamiento durante algunos años, pero que ha visto como la caída de la demanda en los últimos años terminaba por acarrear el fin de la actividad en los hornos.