El grupo PSA y General Motors negocian una alianza, según el gobierno francés

El grupo automovilístico francés PSA Peugeot Citroen reconoció que mantiene discusiones con vistas a eventuales alianzas, mientras que el gobierno francés confirmó que el candidato para una unión es el estadounidense General Motors.

El ministro francés de Trabajo, Xavier Bertrand, dijo, en una entrevista a la emisora de radio "Europe 1", que el propio presidente de PSA, Philippe Varin, le había informado ayer de las discusiones con el gigante estadounidense, y que era "una buena noticia" para la compañía.

PSA, que no había querido precisar si la negociación es con General Motors (GM), indicó en un comunicado que "las discusiones están en marcha y no hay ninguna certidumbre de que se completen".

En una fórmula con la que evita comprometerse, la firma francesa señaló en un comunicado que "en el marco de su estrategia de globalización y de mejora de su resultado PSA Peugeot citroen examina proyectos de cooperaciones y de alianzas".

Una reacción a las informaciones del sitio internet "latribune.fr", que sin dar detalles sobre las fuentes que cita, aseguró que las negociaciones con el gigante estadounidense se llevan a cabo desde hace varios meses con el objetivo de establecer "una alianza, no cooperaciones puntuales".

Aunque el proceso de discusiones está "avanzado", "latribune.fr" puntualizó que "por ahora no hay acuerdo" y destacó que hace falta el aval de la familia Peugeot, que con el 30,9 por ciento del capital y el 48.3 por ciento de los derechos de voto de PSA, tiene un papel fundamental para dar el visto bueno a una operación con una compañía que es dos veces mayor en términos de facturación.

También indicó que el viaje del presidente del fabricante francés, Philippe Varin, entre el 8 y el 10 de enero pasados a Detroit no fue tanto por el Salón del Automóvil de esa ciudad de Estados Unidos, sino para reunirse con responsables de GM.

Una eventual fusión crearía un conjunto con más de 11 millones de vehículos anuales que podría realizar ahorros de escala en particular en Europa.

Para PSA se trataría de adquirir un tamaño crítico de escala mundial que ahora no tiene, sobre todo, para financiar su despliegue internacional.

Hasta ahora su negocio está muy concentrado en Europa (donde se centraron el 58 por ciento de sus ventas en 2011), un mercado abocado al menos a corto plazo en el mejor de los casos al estancamiento, cuando no al recorte de los márgenes.

El grupo francés había intentado una alianza con el japonés Mitsubishi, pero el proyecto no pudo fraguarse y se abandonó hace dos años, en particular por las reticencias de la familia Peugeot a renunciar a su capacidad de control.

Las informaciones sobre una posible alianza entre PSA y GM dispararon la negociación de las acciones de la compañía francesa, que 40 minutos después de la apertura de la sesión en la Bolsa de París subía un 8.58 por ciento.