El mayor peligro para los carros autónomos

Google, Apple y Tesla son sólo algunas de las compañías que apuestan por un futuro en el que los seres humanos puedan llegar a sus destinos sanos y salvos, sin más esfuerzo que subirse al vehículo e ingresar una dirección. Sin embargo, para llegar a este objetivo, los ingenieros tendrán que sortear uno de los retos más grandes que existen: la naturaleza humana.

De acuerdo a las estimaciones de los expertos en robótica y programación, la Inteligencia Artificial de los vehículos inteligentes podría ser lo suficientemente potente como para hacer la intervención humana completamente obsoleta dentro de 5 o 10 años. Esto significa que, durante una década, las personas sólo podrán acceder a vehículos semi-autónomos, que aún necesiten supervisión para evitar accidentes.

Aunque suene como una condicional menor, los primeros experimentos con esta tecnología revelan que es un asunto mucho más serio de lo que se podría pensar. Hace tres años, Google prestó a algunos de sus empleados su automóviles independientes, y les advirtió que las máquinas podrían requerir su intervención ocasionalmente. A través de cámaras instaladas en los vehículos, los científicos a cargo del proyecto descubrieron cuán peligrosa realmente podría ser la naturaleza humana.

De acuerdo a una declaración de Chris Urmson, roboticista y líder del proyecto en 2014, los empleados solían pasarse al asiento trasero, sacar la cabeza para disfrutar el paisaje, e incluso besarse con sus parejas en el trayecto. Para un automóvil que, por diseño, depende de la acción humana para su manejo en una situación de emergencia; estas acciones son en extremo preocupantes.

Los carros autónomos podrían estar en riesgo de desaparecer gracias a la falta de atención y cuidado de los conductores humanos

Estos experimentos fueron parte de la razón por la cual se decidió desarrollar tecnología completamente independiente en lugar de una con autonomía parcial. Muchos técnicos automotores han concordado con esta idea, pues la gran mayoría está de acuerdo que el reto de obligar a un ser humano a retomar el control de un vehículo, si se parte de un estado de completa distracción, es casi imposible de superar.

El CEO de Nauto, Stefan Heck, se cuestiona si "¿realmente queremos cambios de control de último minuto?", y razona que "existe un enorme debate acerca de si es posible resolver este problema en lo absoluto". De acuerdo a la investigación de My Press, si el problema no se puede sortear, es posible que la tecnología deje de ser financiada, y los automóviles 100 por ciento independientes nunca se conviertan en realidad.

Aunque existen múltiples posibles soluciones para este problema (incluido un sistema que podría prevenir al conductor que su intervención es necesaria con hasta 10 segundos de anticipación, el doble de tiempo que el necesario para recobrar la atención de cualquier persona, según la Universidad de Stanford); queda aún el asunto de la sobreconfianza. ¿De qué ayuda puede ser una persona que, durante 9 mil 999 viajes no experimenta problemas y súbitamente necesita actuar?

En el gran esquema de las cosas, podría ser que la respuesta sea incluso inútil. En una investigación publicada por el Instituto para el Desarrollo de Transporte de la Universidad de Michigan, 62 por ciento de los encuestados comentaron que ven poco probable que los vehículos autónomos tengan efectos concretos en el aumento de la productividad y la reducción del sueño. Además, cerca de una cuarta parte de los encuestados no consideraría la compra de un carro autónomo.

Fuente: MyPressZone