Los vehículos eléctricos ofrecen la máxima seguridad

Cuando se trata de seguridad, los vehículos totalmente eléctricos como el nuevo Skoda Enyaq iV van a la par con coches equipados con propulsores convencionales.

Esta es la conclusión de estudios y pruebas llevados a cabo por investigadores de accidentes y compañías de seguros. Gracias a las numerosas características protectoras, los componentes eléctricos de los vehículos no suponen ningún riesgo de electrocución, incluso en condiciones de humedad – ya estén estacionados o en movimiento, cargándose en puntos de carga o en caso de accidente.

El riesgo de incendio no es más elevado en coches eléctricos que en vehículos con motores de combustión, especialmente dada la ausencia de combustible inflamable a bordo. Además, el personal de servicio y rescate recibe una formación específica para tratar con vehículos eléctricos modernos.

Los conductores de BEVs como el nuevo Skoda Enyaq iV no tienen motivos para preocuparse por los riesgos de seguridad o las descargas eléctricas. Estudios llevados a cabo por investigadores de accidentes y compañías de seguros demuestran que los vehículos eléctricos son tan seguros como los coches con motores de combustión.

Los vehículos eléctricos son tan seguros como el diésel o la gasolina

A diferencia de lo que en ocasiones asumimos, el sistema de alta tensión de un vehículo eléctrico no supone ningún riesgo de electrocución, ya sea durante la conducción o la recarga. Una sofisticada tecnología con cortacircuitos y numerosos sensores garantiza la seguridad.

Todos los componentes eléctricos están plenamente protegidos para que no haya riesgo de descarga eléctrica, incluso en el túnel de lavado, en inundaciones o recargando cuando está lloviendo. Por ejemplo, el proceso de carga solo se inicia una vez el chequeo automático del sistema ha detectado una conexión segura entre el vehículo y el punto de carga. En caso de detectarse un fallo, el flujo eléctrico hacia la batería se interrumpe de forma instantánea.

Además, numerosos estudios han demostrado que el riesgo de incendio en un vehículo eléctrico es tan bajo como en coches con motor de combustión. Es más, el concepto de un vehículo eléctrico significa que no hay combustible inflamable a bordo. Desde un punto de vista mecánico, los expertos consideran que la ignición espontánea de una batería de iones de litio intacta o la explosión de un vehículo eléctrico en llamas es prácticamente imposible.

La batería de tracción se instala pensando en la seguridad en caso de colisión

La batería de tracción del Skoda Enyaq iV está instalada en los bajos, donde está protegida contra deformaciones. Las pruebas de choque demuestran que los vehículos eléctricos modernos rinden igual de bien en un accidente que los coches con motor de combustión. Por ejemplo, el Enyaq iV logró la máxima puntuación de cinco estrellas en el Euro NCAP, las pruebas de referencia en materia de seguridad en colisiones, como muchos otros modelos de Skoda.

El sistema de alta tensión a bordo no supone un mayor riesgo de accidente; los componentes eléctricos se desconectan automáticamente de la batería en cuestión de milisegundos tras una colisión.

El conductor, los pasajeros y las demás personas involucradas en el accidente, así como el personal de rescate, están por lo tanto protegidos frente a las electrocuciones. La prueba de choque ha demostrado que el paquete de baterías, a buen recaudo en el suelo del vehículo, no sufre daños a pesar de la deformación de la carrocería.

Skoda Auto apoya la formación avanzada para personal de rescate

Si, a pesar de todas las precauciones, se declarara un incendio, el proceso de extinción de un fuego en vehículo eléctrico es distinto al de un coche con motor de combustión interna. Los bomberos, por lo tanto, reciben formación adicional para mejorar sus habilidades de campo. Skoda Auto apoya estos cursos de formación y proporciona información específica y hojas de datos de rescates para ayudarlos a tratar con vehículos eléctricos dañados. Por ejemplo, el cuerpo de bomberos puede comprobar el estado de la unidad de almacenamiento de alta tensión con una cámara de imagen térmica y enfriarla si fuera necesario, para evitar un incendio en la batería de tracción.

Dado que un incendio en la batería puede retrasarse o reencenderse, después del accidente los vehículos eléctricos se aparcan en un lugar separado o en charco de agua, hasta que el riesgo de ignición o reignición de la batería dañada haya quedado descartado.