Test ‘Balance of Performance’ 2018: Máxima igualdad garantizada

El Circuito Ricardo Tormo de Cheste (Valencia) acogió la semana pasada unos cruciales test para el correcto desarrollo de los campeonatos bajo reglamento TCR. Se trata del ‘Balance of Performance’, unas completas jornadas de pruebas en las que se obtienen datos sobre el rendimiento de cada uno de los coches, para saber sus prestaciones exactas, y poder equilibrarlas posteriormente, añadiendo peso a los más rápidos. Los lastres aplicados a cada vehículo se aplicarán en todos los campeonatos bajo reglamento TCR que se disputan en el mundo.

El Seat León participó en estas pruebas junto a otros diez coches. El primero de los puntos del Balance of Performance fue someter a todos los coches a una verificación técnica, tras la que se pasó a las pruebas en pista, controles del centro de gravedad y paso por el dinamómetro BAPRO, para obtener información del rendimiento del motor.

Los resultados de estos tests se conocerán a mediados de marzo, que será cuando se apliquen las modificaciones técnicas que se aplicarán a lo largo de la temporada.

Las pruebas en pista fueron realizadas por los pilotos designados por la organización: Daniel Lloyd y Gianni Morbidelli. Ambos siguieron las órdenes del equipo técnico del TCR, configurando un programa especial basado en la regularidad. Hicieron tandas de cinco o seis vueltas con cada coche con neumáticos usados y luego montaron gomas nuevas, siempre siguiendo el mismo proceso: calentar los neumáticos, respetar los límites de la pista y marcar un ritmo consistente.

La habilidad de los dos pilotos presentes en la prueba es crucial de cara a garantizar un rendimiento equitativo en cada uno de los vehículos. Esta es una de las bases del TCR: que todos los coches tengan un rendimiento similar de partida, para luchar en igualdad de condiciones y dar lugar a carreras en las que los diez primeros competidores pueden llegar a estar separados por apenas dos segundos.