La IPhO, celebrada en Lisboa, Portugal, es una competencia de conocimientos en el área de la física, dirigida a estudiantes de bachillerato que deben resolver pruebas individuales, teóricas y experimentales, explicó la UNAM en un comunicado.
Romero Rochín destacó que el encuentro internacional es la fase final de un proceso que requiere de uno a tres años de preparación. Las olimpiadas estatales son el paso inicial para integrar la selección; cada entidad de la República elige a sus mejores participantes y quedan así 130.
Posteriormente, se realiza la Olimpiada Nacional, en la que se elige a 30 ganadores.
A este grupo se le entrena de manera virtual y presencial, en dos selectivos en el Centro de Investigación en Matemáticas en Guanajuato, y otro en los laboratorios del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, en áreas como óptica, electrónica, fluidos, electricidad y física moderna, entre otras.
Finalmente quedan sólo nueve estudiantes. En esta ocasión, cinco participaron en la IPhO y el resto se presentará en la edición Iberoamericana, a realizarse en octubre próximo en Puerto Rico.
Para que un joven bachiller triunfe, consideró Rochin, se requiere talento, técnica y disciplina. “Negar que tenemos talento es absurdo, lo tenemos, y la técnica la transmiten los profesores; sin embargo, nos hace falta mayor disciplina”.
Los académicos que apoyaron a los estudiantes fueron: Eleazar Neri y Rodrigo Pelayo Ramos, integrantes de la Coordinación de Olimpiadas de la Sociedad Mexicana de Física, a cargo de Romero Rochín.
Mientras que los jóvenes de la delegación mexicana son: Óliver Vicente García Esparza y Óscar Guardado Chacón, de Nuevo León; Daniel Martín Marín Quiroz, del Estado de México, y Rubén Ulises Rodríguez González, de Baja California, quienes obtuvieron el bronce, así como Valeria García Hernández, de Sinaloa, merecedora a una mención honorífica.