SpaceX retrasa el quinto envío de 60 satélites para internet de alta velocidad

La compañía SpaceX pospuso para el lunes el lanzamiento al espacio de su quinto lote de 60 satélites Starlink desde Florida (EE.UU.), como parte de un programa previsto para este año que necesita al menos 400 satélites en órbita para ofrecer una mínima cobertura de internet de alta velocidad en todo el mundo.

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Los satélites Starlink son visibles en el cielo cerca de Salgotarjan, Hungría, el 25 de noviembre de 2019. La compañía estadounidense de cohetes SpaceX lanzó 60 nuevos satélites el 11 de noviembre de 2019 para crear una red de acceso a Internet.

El lanzamiento, que estaba previsto para este domingo en la mañana y utilizando un cohete Falcon 9 como propulsor, fue pospuesto al menos 24 horas, informó la empresa vía Twitter.

La misión estaba preparada en una plataforma del Complejo de Lanzamiento Espacial 40 de la Estación de la Fuerza Aérea estadounidense de Cabo Cañaveral​​ (Florida).

"El equipo está observando más de cerca un componente de válvula de segunda etapa. Ahora apuntando al lunes 17 de febrero", dijo SpaceX en su cuenta de la mencionada red social.

Debido a las inclemencias del tiempo, este lanzamiento, que sigue a otro del mismo tipo realizado a finales de enero, ya había sido cancelado el sábado, según la compañía.

Este fin de semana ha sido muy lluvioso en el sur de Florida, aunque se espera que la lluvia remita en las próximas horas.

El propósito de SpaceX es colocar finalmente unos 1.584 satélites en la órbita terrestre, a unos 549 kilómetros por encima de la tierra, una distancia mucho menor que la habitual para estos dispositivos comerciales.

El principal objetivo del proyecto Starlink es proporcionar internet de alta velocidad y constante a usuarios de alrededor del mundo a través de esta constelación de satélites que operarán en una órbita baja, lo que permitirá una mejor conexión y servicio.

La compañía del magnate Elon Musk realizó la llamada "prueba de fuego estático" con el veterano Falcon 9 el viernes pasado, dijo en Twitter.

  SpaceX ha seguido ese método desde 2016, cuando un Falcon 9 explotó en la plataforma de lanzamiento, destruyendo su carga útil satelital durante los preparativos.

Esa explosión se atribuyó a problemas con los recipientes de presión envolventes compuestos (COPV) en la etapa superior del cohete, según indica el medio especializado Space.com.

Los COPV son responsables de mantener el cohete presurizado durante el vuelo a medida que se agota el combustible.

Desde entonces, la compañía ha rediseñado los COPV y comenzó a usarlos cuando comenzaron a volar la versión Block 5 de Falcon 9 en mayo de 2018.

Por otra parte, a principios de enero pasado SpaceX realizó con éxito una prueba no tripulada con la cápsula Crew Dragon para comprobar el sistema de abandono de la nave en caso de accidente o peligro para los ocupantes durante el despegue.

Esa prueba en pleno vuelo era una de la necesarias que tenía que cumplir la compañía fundada por Musk -quien es también el dueño de la fabricante de automóviles Tesla- para poner en marcha los primeros vuelos comerciales al espacio con humanos.

Los viajes con la Crew Dragon tripulada está previsto que comiencen en un futuro próximo con el envío a la Estación Espacial Internacional (ISS, por su siglas en inglés) de los astronautas de la NASA Bob Behnken y Doug Hurley.