En este contexto, una pregunta obligada es qué opinión hay en México sobre el líder de uno de los cárteles de droga con mayor peso en el país, así como del juicio que presenta. Un primer dato para realizar el análisis es recordar que la historia se remonta a 1993 cuando “El Chapo” es capturado por primera vez en Guatemala. En enero de 2001, escondido en un carro de lavandería se fuga del penal de Puente Grande Jalisco y es hasta 2014 que logran su recaptura.
Desde 2012 Parametría a medido a nivel nacional qué tanto seguimiento da la ciudadanía a las fugas y recapturas de “El Chapo” Guzmán, los datos indican que casi la totalidad de las personas en el país se han enterado de éstas. En 2012 preguntamos sí sabían de la primera fuga ocurrida de la cárcel de máxima seguridad en Jalisco y 85% de encuestados dijo saber del suceso.
En febrero de 2014 Guzmán Loera fue detenido en un edificio de Mazatlán, Sinaloa, pocos días después del evento casi la totalidad del país sabía de la detención, así lo refirió el 95% de personas. En julio de 2015 huye de la cárcel de máxima seguridad en el Estado de México y a escasos días ya el 97% de las personas sabían de la fuga realizada a través de un túnel. Esta vez la recaptura fue más rápida y para enero de 2017 ya estaba nuevamente aprendido, hecho que fue conocido por 98% de las personas.
“El Chapo” es el narcotraficante mexicano más conocido por la ciudadanía. Sus porcentajes de identificación han ido incrementándose con el tiempo. En abril de 2011 el 86% de encuestados dijo haber oído hablar de él, para 2019 ese porcentaje se incrementó a 95%.
Es importante decir que la opinión que se tiene sobre Joaquín “El Chapo” Guzmán ha variado con el tiempo, resulta interesante que la misma mejorara después de dos eventos: cuando se fugó del penal de Almoloya a través de un túnel y cuando fue extraditado a Estados Unidos. Sobre todo, con la extradición se observa que disminuyeron las opiniones negativas de Joaquín Guzmán por lo que su opinión efectiva (resultado de la resta de positivas – negativas) fue de apenas -7 cuando hace algunos años había llegado hasta -76; en este periodo también destaca la transmisión de la serie de televisión llamada “El Chapo” la cual también pudo tener algún tipo de impacto en su imagen. En la última medición de 2019 su opinión efectiva volvió a descender para ubicarse en -34 —no obstant e—es de las menos desfavorables registradas en la línea de tiempo.
Otro dato revelador sobre los niveles de atención que genera el personaje es que ocho de cada diez ciudadanos en México (77%) dijeron estar enterados del juicio que se está llevando a cabo en Estados Unidos.
En mediciones anteriores como la realizada en enero del año pasado encontramos además que casi la mitad de los mexicanos (48%) estuvo en desacuerdo con que el gobierno de México haya enviado a Guzmán Loera a los Estados Unidos para que fuera juzgado ahí. A pesar de las fugas anteriores, las cuales se esperaría resten confianza en que se quede en el país, los mexicanos prefieren que el narco nacional sea juzgado en México.
Durante el juicio que se llevó a cabo en EU, se dieron a conocer declaraciones sobre el pago de sobornos que supuestamente “El Chapo” dio a funcionarios de gobierno en México, estas noticias fueron conocidas también por un número importante de personas en el país. Siete de cada diez supieron de las acusaciones sobre sobornos dados a varios políticos en México.
Más allá de las investigaciones oficiales las cuales revelarán si las acusaciones hechas durante el juicio de “El Chapo” son ciertas o no, preguntamos a la opinión pública cuál era su sentir al respecto, para siete de cada diez personas (73%) es verídico que Joaquín Guzmán sobornó a políticos mexicanos y sólo dos de cada diez creen que son falsas las acusaciones.
Finalmente llama la atención que cuatro de cada diez personas en el país crean que “El Chapo” Guzmán se puede escapar de la cárcel de Estados Unidos, este es otro dato no menor sobre la percepción pública que se tiene del poder económico y político que tiene dicho personaje. En contraste, la mitad de la población considera improbable que haya otra fuga ahora de una de las cárceles de Estados Unidos.
