Infografía

Por Información Estratégica

La renuncia de los gobernadores

El pasado 23 de octubre, Ángel Aguirre Rivero, solicitó licencia para dejar el cargo de gobernador en el estado de Guerrero, esto ante los hechos ocurridos el 26 de septiembre de 2014, donde seis estudiantes normalistas resultaron muertos y cuarenta y tres fueron desaparecidos.

00118368-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00118369-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00118370-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00118371-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00118375-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00118376-original.jpeg

Fuente: Parametría.

00118377-original.jpeg

Fuente: Parametría.

Infografía

Parametría es una empresa dedicada a la investigación estratégica de la opinión y análisis de resultados, herramienta fundamental para conocer la imagen de las instituciones o personas, la…

El evento no pasó desapercibido por los mexicanos, de acuerdo con la más reciente encuesta realizada en vivienda por Parametría, seis de cada diez entrevistados a nivel nacional, supieron que Aguirre Rivero decidió dejar el cargo. Lo que indica altos niveles de atención.

Si comparamos la renuncia del ahora ex gobernador de Guerrero con el antecedente más reciente, la dimisión del representante del gobierno en Michoacán, Fausto Vallejo, quien el 18 de junio de 2014 dejó el cargo, observamos que la renuncia de Aguirre tuvo mayor trascendencia, derivado seguramente de los antecedentes del hecho.

La mitad de la población entrevistada a nivel nacional, se manifiesto en desacuerdo con que Ángel Aguirre Rivero haya solicitado licencia para separarse de su cargo como gobernador del Estado de Guerrero. La decisión fue apoyada solamente por el 19  por ciento de los entrevistados, mismo porcentaje que de forma espontánea dijo no estar ni de acuerdo ni en contra de la renuncia.

Tal vez gran parte de la población esté en desacuerdo con la renuncia porque lo asocian con la falta de responsabilidad del ex gobernador para resolver los temas del estado, aunque  no realizamos una pregunta posterior que reafirme esta hipótesis.

Un dato importante sobre estas renuncias, es que la opinión pública mexicana expone motivos diferentes a los otorgados por los ex gobernadores para haber tomado la decisión de pedir licencia y retirarse del cargo.

Únicamente 21  por ciento de los mayores de 18 años consideró que Fausto Vallejo dejó el cargo por motivos de salud, tal como él lo señaló, mientras que más personas (32  por ciento) opinó que fue por nexos con el crimen organizado.

En el caso de Ángel Aguirre, solo 1  por ciento dijo que renunció para facilitar las investigaciones de los normalistas desaparecidos, siendo esa la razón dada por el ex gobernador en conferencia de prensa. En tanto, 15  por ciento considera que el ex representante del gobierno en Guerrero tomó esa decisión para evadir la responsabilidad en la desaparición de los normalistas, 14  por ciento dice que por tener responsabilidad en la desaparición de los estudiantes y 10  por ciento consideró que dimitió por miedo de ser asesinado.

Llama la atención que al igual que las opiniones sobre el posible impacto que la renuncia de Fausto Vallejo tendría en Michoacán, más ciudadanos (47  por ciento)  afirman que con  la dimisión de Ángel Rivero como gobernador del estado de Guerrero, la situación en esa entidad seguirá igual. Sólo cuatro por ciento considera que con esta decisión habrá una mejoría y 34  por ciento menciona incluso que el escenario empeorará.

El 25 de octubre del año en curso, estudiantes de la normal de Ayotzinapa y los padres de los normalistas desaparecidos, advirtieron que la renuncia de Aguirre no resolvía el conflicto, además de exigir continuar con las investigaciones y conocer el paradero de sus hijos. Al igual que ellos, seis de cada diez mexicanos creen que la renuncia del gobernador en el estado de Guerrero no ayudará a localizar a los 43 estudiantes desaparecidos. Otro 19  por ciento dijo que este hecho sí ayudará a saber dónde están y 17  por ciento no supo que contestar.

Tal vez un cuestionamiento que debemos hacernos, es si la renuncia de estos mandatarios locales es solo una solución temporal a la situación que viven algunos estados en el país; donde como lo hemos señalado anteriormente, indicadores económicos, sociales y de seguridaddan cuenta de la descomposición en el tejido institucional y social.

Sobre el tema del federalismo y el centralismo, existe una polarización sobre si el ámbito federal debe asumir o no la responsabilidad de gobernar en el estado de Guerrero. El 42  por ciento en México se manifestó a favor de la participación del gobierno federal en la entidad y 38  por ciento estuvo en contra, por el margen de error del ejercicio estos porcentajes se encuentran empatados.

Nuevamente, conviene preguntarnos ¿Qué está generando estos problemas de gobernabilidad en las entidades?, ¿Por qué estos eventos se resuelven hasta que interviene el gobierno federal? ¿Cuál es la responsabilidad del ámbito local en el tema de la seguridad? e incluso ¿Hasta dónde funciona el modelo federalista en México?

Finalmente, inquirimos si los mexicanos consideraban que el gobernador de la entidad donde viven debía o no renunciar a su cargo, tomando en consideración la situación de seguridad pública en su estado. Este dato es importante, porque si bien 64 por ciento de los ciudadanos dijo que no era necesario que su mandatario local renunciara por este tema, un 21  por ciento, es decir, dos de cada diez piensan que tomando en cuenta la inseguridad en las entidades, su gobernador debería renunciar.