Incertidumbre en México ante posible compra de plantas "estratégicas" por CFE

La creación de un fideicomiso por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de México, que permitirá adquirir "centrales estratégicas", ha generado una mayor incertidumbre en el sector energético por el futuro de las inversiones privadas.

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Fotografía del titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) mexicana, Manuel Bartlett.

La CFE, endeudada y con severos problemas de financiación, anunció en la noche del martes la creación de un "fideicomiso maestro" para la inversión y una "propuesta global de financiamiento" para 2021.

Este fideicomiso, según explicó el titular de la CFE, Manuel Bartlett, servirá para dotar de "independencia financiera" a la compañía estatal y como un "instrumento novedoso y original" par dar independencia a la compañía y garantizar la generación de electricidad.

En definitiva, ambos anuncios van en la línea de uno de los postulados del presidente Andrés Manuel López Obrador: rescatar a Petróleos Mexicanos (Pemex) y a la CFE de su monumental descalabro, que atribuye a malas gestiones de sus antecesores "neoliberales".

En el primer trimestre de este año, la CFE perdió 121.799 millones de pesos, alrededor de 6.000 millones de dólares.

LAS SORPRESAS DEL PLAN "MAESTRO"

No obstante, este plan "maestro" daría unas atribuciones a la CFE que han alarmado al sector, que lleva meses viviendo cambios normativos.

Miguel Reyes, director general de CFEnergía, expuso ante el Consejo de la CFE que dicho Fideicomiso Maestro de Inversión permitirá a la compañía recuperar su naturaleza de empresa generadora a través de ampliar el parque de generación.

Ello gracias a la construcción de cinco nuevas centrales y la "adquisición de centrales estratégicas".

Estas nuevas plantas se lograrían mediante un esquema de "autofinanciamiento" que permitiría realizar la inversión productiva gracias a utilidades acumuladas y recursos de capital obtenidos mediante la fibra -un vehículo financiero que permite la inversión en proyectos de infraestructura- de la CFE.

"Es un mecanismo bastante interesante y novedoso y una muy buena alternativa a la emisión de deuda. Pero también presenta riesgos por sus fuentes de ingreso" basados en ganancias acumuladas y venideras de CFEnergía, dijo a EFE el socio director de la consultora GMEC Gonzalo Monroy.

Para el analista, pese a lo ingenioso del plan, la voluntad de CFE de incursionar de nuevo en el mercado de generación es una "muy mala idea", tras cancelar unas subastas eléctricas que le proporcionaban la energía "más barata del mundo".

ALERTA EN EL SECTOR

Hasta el momento no hay muchos detalles sobre este plan de compra de plantas, pero ya han saltado las alarmas.

"Que CFE tenga interés en comprar no significa que haya interés en vender. Pero se cierra el círculo si pensamos en el ambiente hostil a la inversión en generación eléctrica", dijo Monroy, convencido en que puede haber empresas que, con tal de "cortar pérdidas", estén dispuestas a vender.

Para José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), está implícito en este fideicomiso que el Ejecutivo busca reescribir su relación con las compañías eléctricas privadas.

El experto entendió este nuevo movimiento como parte de la estrategia del Estado mexicano en "recuperar el control" del sector.

MAYOR INCERTIDUMBRE

Las suspicacias actuales no nacen de la nada. En mayo entró en vigor un acuerdo del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) que limitaba la generación de energías renovables y prohibía la emisión en pruebas de las centrales limpias que estuvieran por arrancar, una decisión que acumula varios amparos en su contra.

Dos semanas después, la Secretaría de Energía (Sener) estableció un cambio en el criterio de despacho, arrinconando el criterio económico por uno nuevo de "confiabilidad" que creó confusión.

La nueva política de Sener, publicada el 15 de mayo, afecta a inversiones por valor de 30.000 millones de dólares en 18 estados, con un impacto total del 14 % del PIB, según el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Además, el mes pasado se suspendió una futura planta de ciclo combinado de Iberdrola con una inversión de 1.200 millones de dólares en la localidad de Tuxpan (Veracruz).

La construcción de la planta tenía previsto generar dos mil empleos directos y el proyecto quedó en suspenso ante la imposibilidad de hallar gas natural para la operación, según informó la autoridad del municipio.

Y el 15 de julio, hace apenas una semana, el Gobierno de México anunció que cancelaba cuatro licitaciones públicas para la construcción de plantas de producción de energía.

"No existen las condiciones necesarias para continuar con el desarrollo del concurso" de las plantas, informó la CFE.

De facto, el Gobierno mexicano se ve obligado a revisar de nuevo sus proyectos energéticos al constatar que no tiene recursos, y este nuevo fideicomiso -avalado por unanimidad por el Consejo de Administración de la CFE- si bien parece encaminado a solucionar este problema, puede generar otros mucho mayores.

"Lo pertinente es que se transparente qué va a ocurrir en el sector, porque de otra manera, la incertidumbre genera dudas en la inversión y puede llevar a una mayor volatilidad de la economía mexicana", concluyó De la Cruz.