Actualmente, hay unos 1320 millones de personas en todo el mundo sin electricidad, principalmente en países en desarrollo en Asia y África*2. Muchos hogares en estas regiones usan lámparas a querosén para iluminación, pero representan riesgo de incendio y el humo liberado por ellas es nocivo para la salud humana. Como no proporcionan luz suficiente, las actividades de esas personas se ven significativamente restringidas por la noche. La falta de luz eléctrica en estas regiones impone desafíos en las áreas de atención de la salud, la educación y la economía.
Para ayudar a resolver estos desafíos, Panasonic ha estado promoviendo proyectos de ciudadanía corporativa mediante el uso de sus competencias centrales. En abril de 2011, Panasonic donó 1000 faroles solares a Tanzania a través de una agencia de la ONU, seguido por 2000 faroles a Camboya a través de 15 ONG en marzo de 2012. Gracias a la luz brillante de estos faroles, los usuarios pueden llevar a cabo con eficacia actividades sanitarias, educativas y económicas incluso de noche, sin riesgos para la salud. Algunos hogares han informado menores gastos, ya que no tienen que comprar querosén.
Hacia el año 2018, Panasonic seguirá donando faroles solares a los países en desarrollo. La compañía se esfuerza por ayudar a mejorar las condiciones de vida en estas regiones y ayudar a lograr los Objetivos de Desarrollo para el Milenio (Millennium Development Goal, MDG) de la ONU.