Para explotar el yacimiento, bautizado como Dagny, Statoil pretende construir una plataforma fija que será conectada al vecino campo petrolífero de Sleipner, lo que supondrá una inversión de unos 31,000 millones de coronas noruegas (cerca de 4,200 millones de euros).
La petrolera noruega calcula que el nuevo pozo empezará a operar a principios de 2017 y producirá diariamente unos 60,000 barriles de crudo y 9 millones de metros cúbicos de gas durante cerca de 20 años.
El yacimiento de Dagny, ubicado entre el sur de Noruega y la costa oriental de Escocia, fue descubierto hace casi cuatro décadas, pero su explotación se pospuso en varias ocasiones debido a las dificultades técnicas para extraer sus reservas.
"Hemos logrado hacer comercialmente viable un descubrimiento de 1974. La paciencia, el desarrollo tecnológico y la infraestructura han ayudado a convertir a Dagny en uno de nuestros grandes proyectos de desarrollo en la plataforma continental noruega", afirmó en un comunicado Ivar Aasheim, vicepresidente de Statoil.
Además de Statoil, participarán en la explotación del nuevo yacimiento la petrolera francesa Total y la también noruega Det Norske Oljeselskap (DNO).