Un derrame de combustible agrava el naufragio con 55 muertos en Filipinas

Un derrame de combustible ha agravado el naufragio de un ferry de pasajeros ocurrido el pasado viernes en la región central de Filipinas y en el que han muerto 55 personas, según el último recuento publicado hoy.

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Labores de rescate tras el naufragio de un ferry de pasajeros que chocó el pasado viernes con un buque mercante en la región central de Filipinas.

Un equipo de buzos y varios helicópteros participaron en las operaciones de emergencia para hallar a las 65 desaparecidos del transbordador "MV Saint Thomas Aquinas", que se hundió tras sufrir una colisión con un buque mercante en la provincia de Cebú.

Al drama humano se ha sumado ahora el desastre ambiental después de que el carburante del ferry contaminara las aguas en varias localidades de la provincia, popular por sus playas y zonas de buceo turísticos.

Los equipos de rescate han tratado de taponar los escapes en el transbordador, hundido a unos 30 metros frente al puerto de Talisay, desde que descubrieron los primeros rastros de combustible el domingo.

El "Thomas Aquinas" viajaba con 20 toneladas de combustóleo y 120 toneladas de combustible búnker cuando chocó contra el carguero "MV Sulpicio Express", según el diario "Inquirer".

La localidad de Cordova ha declarado el estado de calamidad después de que once de sus 13 aldeas han sido afectadas por el derrame, con unas tres hectáreas contaminadas y unos 5,000 pescadores damnificados.

El alcalde de la localidad, Adelino Sitoy, lamentó el daño que el derrame puede causar en el modo de vida de miles de pescadores al afectar a los productos marinos, sobre todo la anguila de agua salada, conocida localmente como "bakasi".

"Los pescadores se quejaron de que sus barcas están cubiertas de combustible. No pueden consumir o vender sus capturas", manifestó el alcalde.

Sitoy señaló que el derrame se habría evitado si el barco hubiera llevado a bordo un dispositivo en forma de cerco para contener el combustible en caso de accidente.

El alcalde de Lapu-Lapu, Paz Radaza, se ha reunido con los dueños de los hoteles de su municipio para asesorarles sobre cómo contener el derrame en caso de que afecte a sus propiedades enclavadas junto a la costa.

Razada dijo que ha colocado un cerco fabricado con plástico reciclado para limpiar el combustible de sus aguas.

En tierra, los servicios de emergencia se afanar por identificar los cadáveres recuperados por los buzos.

El transbordador "MV Saint Thomas Aquinas" tardó pocos minutos en hundirse el viernes por la noche, por lo que una parte de los pasajeros se quedó atrapado en su interior y otros resultaron heridos al escapar en medio de la confusión.

En el "Thomas Aquinas", de 40 años de antigüedad y con capacidad para más de 900 plazas, viajaban unas 870 personas, entre las que había más de 750 pasajeros, incluidos mujeres y niños, y 116 miembros de la tripulación.

Según el Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Desastres, fueron rescatadas más de 750 personas del naufragio.

Por su parte, el carguero "Sulpicio Express", que se dirigía a la provincia de Davao, sufrió daños en el casco, aunque no se hundió y sus 36 tripulantes no resultaron heridos.

Las autoridades informaron de que abrirán una investigación para tratar de esclarecer las causas del accidente y los posibles culpables, aunque según apunta el informe preliminar, fue el mercante el que chocó con la parte trasera del "Thomas Aquinas".

Sulpicio Lines cuenta con un historial de graves accidentes marítimos, incluido el naufragio en 1987 del transbordador filipino "Doña Paz", en el que murieron 4,317 personas, el mayor siniestro de la historia de la navegación comercial (en el Titanic murieron 1,517 personas).

Decenas de personas mueren cada año en accidentes en el mar en Filipinas, la mayoría en naufragios causados por el mal tiempo, el incumplimiento de las normas de seguridad, el defectuoso mantenimiento de los equipos o la sobrecarga de las embarcaciones. (EFE)