En este encuentro de sabores, que inició el pasado 7 de octubre y concluye este domingo, las personas encontrarán una diversidad de productos naturales que se utilizan para la elaboración de mole, con la participación activa de las cocineras tradicionales de la localidad.
También, a través de la gastronomía, conocerán el patrimonio cultural de la comunidad de este barrio mágico en Milpa Alta, que año con año celebra este milenario platillo en su Feria Nacional del Mole.
La producción de mole es una de las principales actividades económicas en Milpa Alta, la cual emplea a cerca del 90 por ciento de los habitantes de la comunidad, de acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec).
En esta edición, además de probar el famoso y tradicional mole almendrado, los asistentes también vivirán la intensidad del folklore de la comida tradicional de México a través de otros tipos de mole como el de frutas, el pipián, el adobo, el poblano y el verde.
Cada uno, acompañado de platillos como pato, romeritos, conejo, pollo, pavo, enchiladas y tamales, además de que podrán disfrutar bebidas como el pulque, el pinole y el aguamiel.