Boyd: todos tenemos una vida secreta que siempre será un misterio

El escritor británico William Boyd considera que todas las personas tienen una vida secreta que siempre será un misterio para los demás y eso es lo que explora en su última novela, "Trío", una "comedia negra" en la que tres personajes se verán desbordados cuando esos secretos invadan su vida pública.

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"Trío", publicado en español por Alfaguara, es la última novela de este premiado escritor nacido en Ghana en 1952, miembro de la generación de británicos del "boom" literario de los 80 junto a Martin Amis, Julian Barnes o Ian McEwan, y que lleva 40 años trabajando también para el mundo del cine.

Precisamente por eso, explica el autor en una entrevista con Efe, esta novela transcurre en el "descabellado" mundo del cine que conoce tan bien, en el año 1968 en Inglaterra.

Una "comedia negra" en la que el rodaje de "una película muy estúpida, ejemplo del tipo de cinta que se hacia en Inglaterra en la época de los 60" encaja muy bien en la época en transcurre la novela, en 1968.

Para William Boyd, 1968 "fue un poco como 2020", con un ambiente inestable en el mundo y una especie de anarquía generalizada en todo el planeta: la guerra de Vietnam en su momento más feroz, problemas sociales en Europa, asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy, disturbios en Estados Unidos, la URSS invadió Checoslovaquia...

"Parecía que el mundo estaba en una crisis tremenda, excepto en Inglaterra, que estaba desconectada de todo. Y quería reflejar en la novela como se vivía en una burbuja", explica el escritor, miembro de la Real Sociedad de Literatura británica, oficial de la Orden de las Letras y las Artes francesa y Caballero del Imperio británico desde 2005.

Sus tres protagonistas son un productor, una novelista y una actriz. Talbot, que lucha por sacar adelante una película, oculta algo en su apartamento; Elfrida intenta ahogar su bloqueo como escritora en litros de vodka; Anny, tan glamurosa, se pregunta por qué la CIA está de repente tan interesada en su vida.

Los tres personajes principales tienen todos una vida secreta y es lo que el autor quería investigar: "Todos tenemos una vida secreta, una vida interior que únicamente es accesible a una persona, a uno mismo", dice el autor, que recuerda una cita de Chejov, uno de sus escritores favoritos, sobre que "la mayor parte de la gente vive su verdadera vida, la más interesante, en secreto."

Boyd insiste en que por muy cercana que sea una relación con una persona, cualquiera es un misterio de los demás y hay una parte de uno mismo "totalmente privada". Y cree que solo una novela da acceso al interior de los personajes. "¿Por qué la gente acude a las novelas? Porque es ahí donde el misterio de un ser humano se explica", recalca.

Explora también cómo se vivió la legalización de la homosexualidad en Reino Unido, algo que ocurrió en 1967 a excepción del Ejército, lo que produjo "un cataclismo en cierto sentido", pues "toda una generación de hombres y mujeres que habían vivido pensando que su sexualidad era ilegal y de pronto todo cambia". Los jóvenes lo aprovecharon "con entusiasmo" pero a la generación anterior le costó mucho pasar de ese secreto a vivirlo abiertamente, dice Boyd.

Y a través de una autora exitosa hace diez años que no consigue escribir, otro de sus protagonistas, habla de ese "bloqueo" que le aterra personalmente aunque no lo haya sufrido nunca.

"Sé que es un problema que existe de verdad y que algún día podría verme en esa situación. Hago todo lo posible para evitar que ocurra pero tengo un amigo muy bueno que es un escritor de gran éxito que durante ocho años tuvo este bloqueo", explica.

Con ese personaje recupera también la vida de Virginia Woolf, de la que destaca sus diarios íntimos por encima de sus novelas. Y explica cómo en la época en la que está ambientada "Trío", en 1968, no estaba considerada una autora importante "ni muchísimo menos".

Woolf entonces no era una figura reconocida y se la consideraba en "los márgenes" de la literatura. Pero justo a finales de los 60 cambió su reputación y se convirtió en una gigante de la literatura inglesa: "es un ejemplo interesante de como la fama y el estatus de un escritor puede fluctuar a lo largo de la historia de forma radical y dramática", dice Boyd.