Conservación ecológica pone a punto el claustro más famoso de Portugal

El claustro del Monasterio de Los Jerónimos de Lisboa, el más famoso de Portugal, se quitará de encima la negrura de líquenes, algas y otros microorganismos gracias a un método de conservación basado en un biocida sostenible.

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La técnica, que se utiliza por primera vez en Portugal, consiste en pulverizar el líquido sobre la roca para eliminar los microorganismos vivos sin necesidad de frotar ni de retirar el producto, que puede ser arrastrado por la lluvia.

"Cuando la piedra está negra, la gente piensa que es dióxido de carbono", pero "en gran parte son microorganismos", como musgo, hongos, líquenes y algas, explica a Efe Delila Rodrigues, directora del Monasterio y de la Torre de Belém, otro de los monumentos estrella de la capital lusa.

La utilización del biocida libera a la piedra de estos microorganismos y retrasa su reaparición de la forma menos invasiva posible, continúa.

"Proteger el medio ambiente y conservar el patrimonio es imperativo", apunta Rodrigues, quien adelanta que la Torre de Belém también recibirá el mismo tratamiento "en breve".

La directora de Los Jerónimos asegura que desde que se estrenó esta fórmula, en enero, "ya ha habido diferencias muy significativas", aunque su efectividad "depende mucho de las condiciones meteorológicas", como la lluvia o el sol, admite.

UN SISTEMA SOSTENIBLE

El biocida cumple un triple objetivo de sostenibilidad: patrimonial -no requiere intervención mecánica y preserva el monumento-, ambiental y económico, ya que, al realizarse en ciclos cortos, "evita los costes de grandes intervenciones".

"A través de estas prácticas ecológicas mostramos un cambio de paradigma: que es necesario conservar permanentemente" en lugar de hacer grandes acciones cada década, matiza la directora.

Los trabajos de conservación del claustro transcurren en paralelo a la reapertura de los espacios culturales en Portugal que permanecían cerrados desde el 15 de enero, cuando el país fue confinado para frenar el avance del coronavirus.

El Monasterio de los Jerónimos, en las afueras de Lisboa, fue declarado Patrimonio Mundial de la Unesco en 1983 y recibió más de un millón de visitantes en 2019.