Dalí y Picasso buscan su hueco en el cambiante mercado artístico chino

En un mercado todavía dominado por el arte nacional pero con cada vez más interés en Occidente, obras de creadores de la talla de Picasso o Dalí son cada día más populares entre los coleccionistas, pese al fuerte proteccionismo que el Gobierno da a las creaciones nacionales.

"Los chinos quieren diversificar sus colecciones de arte. Saben que el chino es parte de sus raíces pero que si quieren tener más relaciones de negocios, por ejemplo, con el mundo occidental, tienen que acercarse a su cultura", cuenta a Efe Julia Hu, directora de la casa de subastas Christie's en China.

Con un crecimiento del 24 % en las ventas de arte, en el año 2017 China se convirtió por primera vez en el segundo mercado de este tipo más grande del mundo, según un informe publicado por Art Basel y UBS Global Art Market Report.

Desde entonces, con Estados Unidos a la cabeza, el gigante asiático se ha mantenido en segunda o tercera posición (compitiendo con Reino Unido) por valor de mercado y es también el segundo mercado para las subastas de arte, con la empresa estatal Poly Auction House a la cabeza y presencia de casas internacionales como Sotheby's y Christie's.

Esta última lleva desde 2013 realizando subastas en la ciudad de Shanghái, la más reciente este fin de semana, con obras de arte contemporáneo y moderno, y en la que se logró alcanzar una cifra preliminar de ventas por valor de 124 millones de yuanes (17.5 millones de dólares, 15.8 millones de euros).

Pese a que el cuadro que mayor valor alcanzó (56.4 millones de yuanes, unos 8 millones de dólares) fue una interpretación de la vía láctea del pintor francochino Zao Wou-Ki, entre las obras más valiosas también estuvieron piezas de artistas como Salvador Dalí, cuya estatua "Le profil du temps" alcanzó los 7,6 millones de yuanes (un millón de dólares, 911,660 euros)

O un Marc Chagall de 5,4 millones de yuanes (760,000 dólares, 693,000 euros) o un dibujo de Pablo Picasso que se vendió por 2.4 millones de yuanes (unos 338.000 dólares, 308.000 euros) y que el pintor malagueño realizó en 1972, unos meses antes de morir.

En opinión de Hu, el mercado chino está cambiando "a un ritmo muy veloz" y los artistas occidentales tienen cada vez más cabida, empujados por las nuevas generaciones, que tienen unos gustos diferentes a los de sus padres, amantes del arte chino tradicional.

"En los últimos tres o cuatro años estamos viviendo la llegada de las nuevas generaciones, familias ricas que pasan las fortunas a sus hijos de treinta o cuarenta años y estos están empezando a demostrar sus inclinaciones hacia el arte occidental", explica la experta.

Son ciudadanos que viajan al extranjero y que están atentos a los récords que se marcan en el mundo en las subastas y sienten por tanto el interés de participar en ellas.

Pablo Picasso, Salvador Dalí, Bernard Buffet, Marc Chagall o Fernando Botero son algunos de los más exitosos en China, cuenta a Efe Imogen Kerr, especialista en arte Moderno y Contemporáneo de Christie's.

"Hay una comunidad artística muy comprometida y muy interesante que se está construyendo aquí, tanto en arte contemporáneo como moderno. Es maravilloso poder experimentar este nuevo diálogo que está surgiendo entre el arte chino y el occidental", apuntó.

Un diálogo entre culturas que, sin embargo, tiene una gran limitación: la ley china que impide a las empresas de subastas extranjeras vender obras de arte, sean de autores locales o foráneos, anteriores a la fundación de la República Popular de China, en 1949.

"Esto significa que tenemos un rango menor, aunque muchos de los artistas que elegimos tienen largas y prolíficas carreras", explica Kerr, lo que les permite poder introducirlos en el mercado.

En opinión de Hu, la situación hace que, pese a que los chinos están "cada vez más interesados en adquirir obras, por ejemplo, de los grandes maestros antiguos" no lo tienen tan sencillo de momento, porque las casas nacionales "no tienen tanta experiencia en el arte occidental".

"Las casas locales no tienen restricciones, pero todavía tienen limitado acceso y conocimiento sobre el arte occidental", asegura Hu, quien está convencida de que en unos años, igual que está pasando en otros sectores, el Gobierno "abrirá la puerta" y pondrá fin "poco a poco" a las restricciones.