El portafolios, símbolo del aburguesamiento de los años 60, está de regreso

En la década de los 60, casi todo los hombres tenían un portafolios, desde el trabajador hasta el director de empresa. El portafolios era algo más que un medio de transporte para la fiambrera, la agenda y los documentos de la empresa: era el símbolo de identidad del empleado.

Etiquetas: 

00092553-original.jpeg

El portafolios, símbolo del aburguesamiento de los años 60, está de regreso

"Con el paso del tiempo, este objeto distintivo de categoría social fue perdiendo prestigio, convirtiéndose en el despreciable maletín del profesor o del médico, es decir, en el símbolo por excelencia del aburguesamiento", explica el experto en moda alemán Bernhard Roetzel. Sin embargo, el portafolios no se hundió para siempre, sino que está de regreso.

Esto se debe a los "hipsters", dice Gerd Müller-Thomkins, director gerente del Instituto Alemán de la Moda, con sede en Colonia. "Debido a la añoranza de los supuestos tiempos mejores de esta clase media urbana, de orientación retro, el portafolios vuelve a ser popular, al igual que las gafas de concha o el sombrero. Los años 60, marcados por la continuidad, son considerados como esos supuestos tiempos mejores".

Actualmente, el portafolios ya no es un mero símbolo de la clase trabajadora ni mucho menos. Está muy de moda también entre los estudiantes e incluso se ha convertido en un popular accesorio para el tiempo libre. Ya no son sólo los hombres los que los llevan, sino también las mujeres. Por ejemplo, el "portafolios Hera Business", de Mandarina Duck, tiene un aspecto marcadamente femenino por su fino cierre metálico, al igual que el "Montpellier 2515 L", de Leonard Heyden.

Con su renacimiento, el portafolios se ha deshecho de su aspecto exterior rígido, para convertirse en un objeto más moderno. El diseño cuadrado de antaño ha sido reemplazado por modelos más deportivos, más informales y los que mezclan diferentes materiales ya no son una rareza. Por ejemplo, el " Swiss Cross Messenger", de Strellson, combina el cuero de vaca con fieltro de color burdeos.

Sin embargo, las cifras de venta revelan que el portafolios clásico de cuero es el que más compran los clientes. Especialmente solicitados son los de cuero con pátina, dice Sabrina Vogel, propietaria de una tienda online de bolsas. Por ejemplo, los modelos "Fella" y "Big Finn Vintage", de Aunts & Uncles, recuerdan al diseño de la antigua cartera para ir al colegio.

A Claudia Schulz, portavoz del Instituto Alemán del Calzado y la Industria Peletera, no le extraña esta tendencia retro: "El cuero es un material natural y muy valioso que viste cómodamente, porque es suave, y al mismo tiempo expresa estilo y categoría, sobre todo cuando se puede ver el graneado natural del cuero". Este efecto lo resaltan herrajes, cremalleras o botones elegantes, así como la pátina, que el cuero va adquiriendo con el tiempo.

Actualmente, hay una fuerte demanda de un tipo especial de cuero liso lijado muy brillante. "Mientras que colores oscuros como el negro o el rojo sangre están de moda en estos portafolios de cuero liso de diseño cuadrado, en las variantes vintage predominan los tonos marrones cálidos", dice la experta Claudia Schulz.

Los portafolios tienen que ser funcionales. "Por fuera, generalmente son rectilíneos, reducidos a lo esencial", explica Vogel. Por el contrario, la parte interior tiene una distribución práctica. Por ejemplo, el portafolios "Cargo Large", de Bugatti, tiene una funda para computadora portátil extraíble, así como portalápices de velcro. Además, cuenta con una correa de hombro ajustable.

Como complemento del asa se ha impuesto en la moda la correa de hombro. "Una tendencia totalmente nueva que se está perfilando son los modelos que se atan por la espalda como una especie de mochila", dice Vogel. Por ejemplo, el portafolios "College", de Jost, cuenta no sólo con un asa, sino también con una correa de hombro y mochila extraíble.