Entre bellas y espeluznantes, las criaturas que toman Rijksmuseum este otoño

El acceso a la sala de exposición temporal del Rijksmuseum de Ámsterdam es impactante: cientos de hormigas soldado recorren la pared de la escalera que lleva al espacio donde mariposas, arañas, sapos, lagartijas y otras criaturas forman una peculiar exposición presentada este miércoles por la pinacoteca.

Etiquetas: 

da18d8483b4e5e5d48ca13ab3983a31205773be8miniw.jpg

Una mujer visita la exposición de otoño con más de un millar de mariposas, arañas, sapos y otras criaturas asociadas en ocasiones con la muerte y el horror en el museo Rijksmuseum de Ámsterdam. EFE/ Imane Rachidi

Y después está la rinoceronte Clara, que tiene un papel protagonista y una sala especial en la exhibición: el capitán neerlandés Douwe Mout van der Meer la subió en su barco y la trajo por primera vez a Europa en 1741, y fue un objeto de fascinación para los europeos, que pensaban que los rinocerontes eran criaturas míticas.

La exposición abrirá sus puertas el viernes próximo y hasta el 15 de enero, y busca mostrar cómo ha cambiado la percepción humana sobre animales como arañas, caracoles, escarabajos, lagartijas, serpientes o mariposas, entre otras criaturas que alguna vez fueron símbolo de muerte y horror, y pasaron a ser objeto de belleza y fascinación para artistas y científicos.

HORMIGAS Y MIGRACIONES

“La fusión de lo científico, histórico y contemporáneo confluyen perfectamente en la exposición. Me encanta la idea de que, desde un principio, los artistas reinterpretaron la naturaleza y buscaron los valores nuevos para representar una realidad contemporánea”, dice a Efe el colombiano Rafael Gomezbarros, autor de “Casa Tomada”, la obra de las hormigas.

Lleva 13 años desarrollando este proyecto y representa “situaciones que se vivieron en Colombia, con los desplazamientos forzados a raíz de la guerra civil que se libró hace más de 50 años”.

Por eso, quiso resaltar “las migraciones como una causa de las problemáticas internas de cada país” y una cara de “la perseverancia, la constancia, el trabajo, una fase del desarrollo humano” porque “el mundo no sería lo que es ahora si no hubiéramos emigrado”.

Las hormigas tienen un cuerpo hecho con moldes de cráneos humanos; tienen un acabado de carbón; las patas están hechas de árboles de jazmín que se encontraba en fosas comunes porque el aroma de su flor oculta el olor de los cadáveres; y las telas que unen las patas a la estructura de las hormigas son propias de los campesinos.

Son setecientas hormigas repartidas por el edificio. Gomezbarros afirma que "hay personas que ven la inmigración como una invasión, una plaga: porque hay personas que tienen un rechazo sobre los bichos, y verlos de este tamaño genera un impacto”.

CLARA Y LAS CRIATURAS REPTANTES

Las demás criaturas reptantes son animales como serpientes, ranas, lagartijas e insectos: algunas personas se horrorizan al verlas, otras se quedan fascinadas por su apariencia visual.

En los últimos años hay una nueva percepción a medida que el clima cambia y su número disminuye, puesto que el mundo se da cuenta de lo cruciales que son para el ecosistema.

Una de las obras que más impresiona es del argentino Tomás Saraceno, que ha elaborado una escultura gigante de telaraña tejida por cuatro especies de arañas diferentes que ocupa una galería entera.

Además, los servicios de limpieza del museo no podrán usar aspiradoras o plumeros en varios espacios dentro del Rijksmuseum para permitir que las arañas deambulen libremente o tejan sus telarañas dentro de la pinacoteca.

Una carta abierta por los derechos de los invertebrados también cuelga en la pinacoteca para iniciar un debate sobre esta cuestión.

El museo también expone una impresión de un rinoceronte de 1515, junto a un retrato de Clara (1749), para ilustrar el impacto que tuvo esta criatura entre los europeos, y recuerda su trágica historia, puesto que tenía solo un mes cuando fue capturada por unos cazadores en la India.