Tras recibir la noticia de que ha sido galardonada con el premio, Arnaux señaló que piensa "en las personas oscuras, en mi familia. He escrito para los que han luchado mucho", según explicó en una concurrida conferencia de prensa en París.
Nacida en una familia humilde de obreros, Ernaux considera que escribir es el acto político más importante y ha hecho de su literatura un compromiso con la defensa de los derechos de los más desfavorecidos y de las mujeres.
"Mi trabajo es político, aunque no participe en movimientos sociales o políticos", explicó. La "responsabilidad" a la que se refiere tras recibir el Nobel de Literatura "es la de continuar la lucha contra todas las injusticias, las que sean", afirmó.
También recalcó su compromiso con las mujeres pues "para mí, una mujer libre y con poder, siempre ha habido dominación" masculina, reconoció.
Ernaux, de 82 años, destacó que "muchas mujeres me leen y además jóvenes".
También señaló que es consciente de que, fuera de Francia, es conocida especialmente en España, "pero no sé explicar por qué".
Destacó que su libro "L'Événement" (El acontecimiento, 2000), que narra de forma autobiográfica su lucha por abortar cuando era joven, ha ganado nueva actualidad con el "retroceso" al derecho a la interrupción del embarazo en algunos países.
"No imaginaba que 22 años más tarde el derecho al aborto estaría en entredicho", confesó.
"Las mujeres deben tener el derecho a elegir si son madres, es la principal libertad de las mujeres", afirmó, y lamentó que eso está cada vez más en cuestión en el continente americano.
Ernaux también reconoció que le "inquieta mucho" el ascenso de la extrema derecha en países como Italia o Hungría.
La escritora explicó que supo que había ganado el Nobel mientras "estaba en la cocina escuchando la radio y me enteré. Estaba sola. ¿Es eso realmente importante?", preguntó.