El sitio arqueológico está cerca del Kibutz Galon, en la localidad de Kiryat Gat, al sur de Tel Aviv, y será esta semana abierto para visitas.
"El fuerte encontrado permite ver la realidad geopolítica descrita en el Libro de los Jueces (parte del Antiguo Testamento), cuando los canaanitas, los israelítas y los filisteos luchaban unos contra otros", explicaron en un comunicado los arqueólogos Saar Ganor e Itamar Weissbein, de la AAI.
"En este periodo, la tierra de Canaan era gobernada por los egipcios, y sus habitantes estaban bajo su custodia. Después, en el siglo XII a.C. entraron en juego otros dos jugadores: los israelitas y los filisteos, lo que llevó a una serie de violentas disputas territoriales", narran.
Los israelítas se ubicaron en asentamientos no fortificados en las montañas de Benjamin y Judea, mientras que los filisteos "acumularon poder en la planicie costera del sur y establecieron grandes ciudades, como Ashkelon, Ashdod y Gat. En un intento de conquistar más áreas, se enfrentaron a los egipcios y a los canaanitas en la zona fronteriza", explican.
El fuerte descubierto fue probablemente construido por egipcios y canaanitas para hacer frente a la situación "antes de que los egipcios, en el siglo XII a.C. abandonasen Canaan y regresaran a Egipto", una salida que daría más tarde lugar a la destrucción de ciudades canaanitas, que quedaron desprotegidas.
La estructura del fuerte, situado en un lugar elevado estratégico, es como las casas de gobernadores egipcios y similar a las encontradas en otras partes del país. Tenía un tamaño de 18 metros cuadrados con un patio interior y columnas, torres de vigilancia en las cuatro esquinas y un umbral con una piedra de unas tres toneladas, que se ha preservado a la entrada del edificio.
Se han encontrado cientos de vasijas de cerámica, incluidos algunas utilizadas probablemente para rituales religiosos.