La casa donde Balzac concibió "La comedia humana" reabre tras un año de obras

Situado en medio de un bucólico jardín con vistas a la Torre Eiffel, el domicilio donde el novelista francés Honoré de Balzac escribió gran parte de "La comedia humana" reabre tras un año de reformas.

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Fotografía facilitada por Raphael Chipault, del bucólico jardín con vistas a la Torre Eiffel en el que se encuentra la Casa Museo Balzac, que reabre tras un año de reformas.

La Casa Museo, a la que solo se podía llegar por unas escaleras, es accesible ahora para las personas con movilidad reducida, pues ha instalado una recepción dotada de ascensor.

Coincidiendo con las obras se ha replanteado también el recorrido de la exposición permanente con la idea de hacer la herencia literaria de Balzac mucho más cercana y atractiva para el público general, no solo para los especialistas del autor.

"Hace unos 20 años, la casa Balzac era un lugar de peregrinación, únicamente destinado a las personas que conocían perfectamente la obra y vida del novelista, pero este tipo de público es cada vez más raro, pues las biografías de los autores ya no se enseñan en las escuelas", contó Yves Gagneux, director del museo, en la reapertura.

"La casa no es un mausoleo. Si nos hubiéramos centrado solo en los peregrinos, las visitas habrían caído en picado y el museo habría perdido su razón de ser", añadió.

El objetivo era claro: "Mostrar en qué aspectos la obra de Balzac es contemporánea y universal, de manera que el visitante se adentre en el mundo del escritor, y motivarlo a leerlo o releerlo", propósito para el cual se ha dado la vuelta a las colecciones.

Cada estancia del apartamento, que mantiene su aspecto original, ha sido adaptada para una temática y traza en conjunto un recorrido por la vida y bibliografía de Balzac (1799-1850).

En la pequeña mesa de madera que preside su despacho, centro neurálgico de la casa, Balzac concibió "La comedia humana", una de las mayores creaciones de la historia de la literatura, constituida por un total de 93 novelas que retrataban la sociedad francesa del siglo XIX.

La habitación de invitados expone pequeñas placas tipográficas de metal o madera que sirvieron para ilustrar 350 de sus 2.500 personajes.

La cocina, que conserva el suelo de baldosas de barro, el fregadero de cerámica, la cocina de hierro y la chimenea, acoge ahora un pequeño espacio dedicado a la vida personal de Balzac, los miembros de su familia y sus múltiples amantes.

Balzac tenía éxito con las mujeres porque supo entender la complicada situación de sus coetáneas, casadas por conveniencia con hombres bastante mayores que ellas.

La condición femenina y las relaciones conyugales y extraconyugales fueron objetos de estudio esenciales para la escritura de "La comedia humana".

La pieza que fue su cuarto ya no contiene una cama, pero se encuentra repleta de bustos, retratos y caricaturas del escritor, inmortalizado por artistas contemporáneos que demuestran la fascinación suscitada por su persona.

Unas escaleras de caracol permiten acceder al piso de abajo, destinado a las exposiciones temporales, y que desde este jueves y hasta el 13 de enero acogerá la muestra "Balzac y Grandville".

J. J. Grandville, contemporáneo y amigo de Balzac, era un caricaturista político republicano y anticlerical, conocido principalmente por sus personajes con cabeza de animales, que ilustró varias obras del escritor.

La residencia, en la que el autor vivió de 1840 a 1847, y la única de las que tuvo en París que todavía sigue en pie, se convirtió en 1908 en Casa Museo gracias a la iniciativa de un grupo de admiradores de su obra.