La francofonía quiere acabar con la asimetría de su mercado editorial

Unos 45 países participarán en septiembre en las Conferencias Generales del Libro en Francés en el mundo, que tendrá lugar en Túnez con el objetivo de dinamizar el mercado editorial en esta lengua y acabar con las fuertes asimetrías que lo caracterizan.

Representantes de la industria editorial y del mundo de la literatura estuvieron presente este martes en la Maison de la Poésie de París para presentar el encuentro, organizado a petición del presidente francés, Emmanuel Macron, y reclamaron que en la reunión de Túnez se aporten soluciones concretas.

Según un estudio realizado para estas conferencias, los ingresos globales de la venta de libros en francés se estiman en 5,000 millones de euros anuales. Europa y América del Norte representan el 95 % de ese mercado. Francia por sí sola concentra el 85 %.

El 5 % restante se reparte entre los otros países del mundo francófono (unos 300 millones de personas) principalmente en África, donde el mayor de todos ellos es Costa de Marfil, con un 1 % de los ingresos.

Estos trabajos de análisis han permitido constatar, además, las dificultades de acceso a los libros escritos en francés en los países en desarrollo.

El precio medio de un libro en Francia representa el 0.34 % del PIB mensual por habitante. En África subsahariana este libro es entre 12 veces más caro, cuando se produce localmente, y hasta 30 veces más, si es importado.

"Si esas proporciones se aplicaran en Francia, el precio medio de un libro sería entre 150 y 325 euros, frente a los 12 que cuesta", dijo Sylvie Marcé, comisaria general de estas Conferencias, que se celebrarán el 23 y 24 de septiembre en la capital de Túnez con unos 400 participantes.

La escritora francomarroquí Leila Slimani, premio Goncourt en 2016 por su novela "Chanson Douce" (Canción dulce), intervino en la conferencia como representante personal del presidente francés para la francofonía, y narró algunas de las problemáticas que ella misma ha experimentado como autora.

"En alguna firma de libros en Marruecos se me han acercado jóvenes que habían tenido que comprar el libro entre cuatro o cinco para poder leerlo", dijo Slimani.

La autora (Rabat, 1981) explicó que una de las primeras reclamaciones que hizo a Macron cuando asumió el cargo de embajadora de la francofonía fue la necesidad de estructurar el amplio espacio de la lengua francesa que actualmente carece de armazón a nivel mundial.

El editor tunecino Karim Ben Smail lamentó en su intervención que hoy si un librero quiere comprar una obra de un autor marroquí debe pasar por Francia, lo que encarece el precio, al que habrá que sumar además gastos de aduanas.

El encuentro de Túnez reunirá a políticos, asociaciones de libreros y editores, sindicatos y escritores para tratar de crear vínculos entre los países implicados y estructurar y profesionalizar el sector en los territorios más frágiles.