El exsindicalista y líder del Partido de los Trabajadores (PT), favorito para ganar la Presidencia en las elecciones de octubre próximo, llegó este miércoles a Río para lanzar su candidatura en el estado más icónico de Brasil, como lo viene haciendo en otras regiones del país.
Antes de ese evento, que tendrá lugar el jueves, Lula se reunió con representantes de las escuelas de samba en Río de Janeiro y al ritmo de la "batucada" propia de las percusiones que dan vida a este género, anunció su "total apoyo" si llega nuevamente al poder.
Durante el encuentro, el exmandatario señaló que la samba y el Carnaval de Río son industrias que "generan oportunidades" y dan ganancias, pero dijo que eso no ha sido reconocido en los últimos años, cuando las escuelas de samba han tenido que "mendigar" apoyo para poder llevar a cabo los desfiles.
"Si alguien tenía dudas sobre la importancia del carnaval para la construcción de la cultura de este país, hay que mirar lo triste que estuvo este país en el 2021", aseguró Lula ante cientos de asistentes que no dejaban de ovacionarlo.
"El papel del Estado es hacer que la gente conozca Brasil al máximo. Y un país que no desarrolla cultura es un país destinado a ser el más pobre espiritualmente", recalcó.
Lula dijo que la fiesta es reconocida desde "la Patagonia hasta Groenlandia" y recordó que el Carnaval de Río, genera unos 4,000 millones de reales (unos 740 millones de dólares) y que es una fuente de empleo para miles de personas que año tras año viven de la majestuosa fiesta.
Con los "sambistas" de testigos, el exmandatario anunció que si llega a la Presidencia volverá a crear el Ministerio de Cultura, eliminado durante el Gobierno de Jair Bolsonaro, a quien culpó de no brindar apoyo para la gente que vive del arte.
La cultura ha sido objeto de recortes presupuestarios constantes desde que el líder de la ultraderecha asumió el poder, en 2019, con un discurso dirigido a recuperar los "valores tradicionales", entre los que sitúa a "Dios, la Patria y la familia".
Tan solo este año ha vetado dos leyes que otorgaban recursos para el sector cultural, que apenas comienza a levantarse de las pérdidas que sufrió por la pandemia de la covid-19.
Bolsonaro sostiene que ese sector, así como la educación y en especial las universidades, han sido "capturados" durante las últimas décadas por el "marxismo cultural" y lo ha convertido en uno de los blancos de su ofensiva ideológica contra el "comunismo".