Manfredi novela sobre el hallazgo de las fuentes del Nilo en tiempos de Nerón

El arqueólogo y escritor italiano Valerio Massimo Manfredi sitúa el hallazgo de las fuentes del Nilo en la expedición que el emperador romano Nerón envió a África en el año 62, un acontecimiento recogido en su última novela, "Antica Madre".

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En una entrevista con EFE, Manfredi explica que "fue un hallazgo, no sabía que había habido una expedición de legionarios romanos para buscar las fuentes del Nilo", un hecho que ha sido "uno de los grandes secretos de la historia hasta el siglo XIX, e incluso los exploradores británicos tuvieron problemas para localizar el punto exacto".

La idea de "Antica Madre" (Grijalbo) nació, comenta Manfredi, de la lectura de Séneca: "Hay un momento en el que habla de Nerón y su interés por la zona que ocupa actualmente Sudán, probablemente para buscar oro; de hecho, en los años 80 arqueólogos italianos encontraron los restos de la ciudad de Berenice Panchrysos, donde estaban las minas de oro que proveían a los grandes faraones".

Aunque Nerón estaba buscando esta área productora aurífera, finalmente la expedición cambió: "Pienso que Séneca habló con los grandes comandantes y generales del ejército romano que conocían mucho más de lo que pensamos hoy".

Apunta Manfredi que Séneca "estaba muy interesado en las fuentes del Nilo, no sólo por una cuestión topográfica o geográfica, sino por una estratégica: conocer el porqué de las inundaciones, la subida y la bajada del nivel del agua. El Nilo significaba trigo, y el trigo, pan; y Roma, que tenía un millón de habitantes, necesitaba pan".

Por esta razón, conocer la causa de las crecidas del Nilo "significaba la supervivencia del pueblo egipcio, pero también del romano", y de ahí que Nerón enviara a un grupo de legionarios con dos centuriones como comandantes", dieciocho siglos antes de que las fuentes del Nilo fueran oficialmente descubiertas por los exploradores británicos Richard F. Burton y John Speke.

"Antica Madre" se sitúa en Numidia en el año 62, donde una caravana con esclavos escoltada por una escuadra de soldados a las órdenes del centurión Furio Voreno avanza por la estepa, acompañados de leones, guepardos y monos enjaulados en dirección a Roma.

En Roma deben participar en las 'venationes', los peligrosos juegos con fieras que preceden a los duelos entre gladiadores, pero la presa más valiosa viaja en el último carro, la joven Varea.

En cuanto alcanzan su destino, los rumores sobre la increíble fuerza y agilidad de Varea no tardan en llegar a oídos de Nerón; y cuando Voreno recibe la orden de explorar los límites del mundo conocido en busca de las fuentes del Nilo, sabe que es una oportunidad para liberar a Varea de morir en la arena.

La utilización de animales exóticos formaba parte del "pan y circo" ('panem et circenses') para entretener al pueblo, pero "desde el punto de vista natural supuso la destrucción de la fauna y, de hecho, el león del Atlas se extinguió", comenta el autor.

Aunque los romanos no conocían mucho África, se sabe ahora, subraya Manfredi, que "hubo muchas expediciones al interior de África, habían descendido el río Níger y se preguntaban cómo es que el Nilo va del sur al norte, y el Níger, del norte al sur, algo que interesó mucho a Séneca, siempre atento a los grandes fenómenos de la naturaleza".

Seguramente, añade el autor, fue Séneca quien convenció a Nerón para convertir "lo que inicialmente iba a ser una conquista militar en un descubrimiento geográfico, porque al final consiguieron llegar a la fuente del Nilo".

Asegura Manfredi que investigadores de Sudáfrica consiguieron identificar las cascadas Murchison -donde se juntan el Nilo blanco y el Nilo azul- como las que describe el centurión, "prueba de que llegaron hasta el punto en el que la presión del lago Victoria creaba esta enorme cascada".

La expedición de Nerón al Nilo se justifica, según Manfredi, porque "África era también una región estratégica, y, de hecho, al final del imperio, uno de los últimos emperadores construyó una flota enorme para reconquistarla y poder recrear la potencia del imperio, pero una tempestad destruyó completamente los barcos y los vándalos continuaron controlando el continente africano".

Después de haber vendido más de doce millones de ejemplares de una veintena de novelas publicadas, entre ellas la trilogía Aléxandros, "La última legión", "El tirano", "El imperio de los dragones", "El ejército perdido", "Los idus de marzo", "Odiseo. El juramento", o "Teutoburgo", Manfredi dará un giro en su próximo libro.

"La próxima novela será diferente de 'Antica madre', será casi toda inventada, se titula '40 giorni' (40 días) y justo la acabé la pasada semana".

En esta nueva novela, que tendrá a un demonio como voz narradora, el arqueólogo "inventa" qué hizo Jesús en el tiempo que transcurrió entre la resurrección y su ascenso a los cielos. "Sabemos por la Biblia qué hizo en las primeras tres jornadas, pero no en las 37 restantes".