México reflexiona sobre un mundo alternativo al capitalista en Venecia

México reflexiona sobre las consecuencias del capitalismo y del colonialismo y propone un mundo alternativo, que prioriza los orígenes, en su propuesta "Hasta que los cantos broten", en la 59ª Bienal de Arte de Venecia, que abrirá al público del 23 de abril al 27 de noviembre.

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México reflexiona sobre las consecuencias del capitalismo y del colonialismo y propone un mundo alternativo, que prioriza los orígenes, en su propuesta "Hasta que los cantos broten", en la 59ª Bienal de Arte de Venecia. EFE/Laura Serrano-Conde

Este año lleva por título "The Milk of Dreams" ("La leche de los sueños") y propone un viaje entre lo humano y lo onírico en un homenaje al libro del mismo nombre de la artista británica Leonora Carrington (1917-2011), en el que plasmó sus visiones más intimas, los cuentos imaginados para sus hijos en el México donde pasó buena parte de su vida tras emigrar allí en los años 50.

La apuesta de México está comisariada por Catalina Lozano y Mauricio Marcin, y presenta las obras de los artistas Mariana Castillo Deball, Santiago Borja, Fernando Palma Rodríguez y Naomi Rincón Gallardo.

"Hasta que los cantos broten" se refiere a un poema prehispánico cuyo autor defendió Tenochtitlan, la capital del imperio mexica, de los conquistadores españoles.

Nada más acceder al pabellón, situado en el Arsenal (los antiguos astilleros venecianos), el público se encuentra con la obra de Castillo, "Calendar Fall Away", un calendario en el que "los símbolos y la cronología están desapareciendo" y rodeado de escenas que critican, entre otras cosas, cómo se adoctrinó a los indígenas en el siglo XVI.

Santiago Borja opta por "Talel", 22 telares, de unos 4,5 metros de largo, elaborados por 11 tejedoras de Chiapas y con los que hace referencia a "las personas que hay detrás de la producción de textiles" y el juego de "cómo puede florecer la experiencia de vida de un individuo con un trabajo que se hace genéricamente, como puede ser la producción de vestimentas tradicionales", explica en declaraciones a EFE.

Borja ha representado en esos tejidos "el genoma humano, una especie de código", compartido por las personas, pero modificable, que demuestra que los individuos pueden cambiar "aquello que heredan".

Del techo también suben y bajan 43 vestidos, activados por motores, que hacen referencia a los 43 estudiantes desaparecidos en e país en 2014, pero suponen al mismo tiempo una denuncia contra la violencia machista, explica a EFE su autor, Fernando Palma Rodríguez.

"Son vestidos de niña por los feminicidios de México. Yo lo veo como el pasaje de México, que es hermoso pero siniestro", indica Palma Rodríguez de esta obra, que se llama "Tetzahuitl", traducido como "presagios" del náhuatl y con la que busca despertar la conciencia sobre las violencias generadas por el capitalismo.

"México es un país con muchas dificultades, por el narcosistema que ha existido desde hace mucho tiempo", lamenta.

Finalmente, Naomi Rincón Gallardo expone "Soneto de alimañas", un inframundo que se desarrolla en un cuarto oscuro, semicerrado, cuyos protagonistas son un bulto mortuorio, una serpiente, un murciélago, un escorpión y unos niños-cyborg.