Nadav Lapid denuncia en Cannes la violencia de Israel con un filme irregular

División de opiniones en Cannes sobre "Ahed's Knee", el filme en el que el israelí Navad Lapid denuncia la violencia de Israel y con el que compite en la sección oficial del festival, aunque aseguró en una rueda de prensa que su cine no es político.

"No sé si la gente debe amar sus países. No soy un embajador de mi país", aseguró Lapid, que rechazó una y otra vez que su cine sea político, aunque trate sobre la violencia israelí contra los palestinos.

En su opinión, la historia que presenta este año en Cannes es sobre la intimidad, sobre las almas, una combinación de "gran resistencia y de gran intimidad".

"Ahed's Knee" cuenta la historia de Y, un cineasta israelí que llega a un pueblo en medio del desierto para la proyección de una de sus películas. Y lucha contra la muerte de la libertad de su país y contra la muerte de su madre. Una historia que sirve para denunciar la violencia policial de Israel contra los palestinos.

"No soy un político, no creo estar haciendo grandes películas políticas, aunque hay gente que sí lo piensa", afirmó Lapid, quien apuntó que "la violencia de Israel no empezó ayer desgraciadamente y no va a acabar mañana".

"En cualquier lugar del mundo, pero especialmente en Israel, cualquier intento de diferenciar lo personal, privado, lo público y lo político es totalmente ridículo. En mis películas, los personajes dan discursos políticos en el sentido más personal", indicó.

Por eso, para él "todos los gobiernos (israelíes) son iguales" y manifestó que lo que le preocupa es "el alma de la gente", quizás como una presentación de su propia alma.

Lo importante es ahondar en la situación que se vive ahora en Israel y ver "ver cuánta gente está atormentada".

El ganador del Oso de Oro de Berlín por "Synonymes" ("Sinónimos"), un filme sobre un israelí de identidad perdida, un tema que en cierta manera aparece de nuevo en "Ahed's knee", donde el protagonista no tiene ni nombre.

Y una película que está situada en el desierto como metáfora de la importancia de la geografía. En Israel -señaló- "nos chocamos contra un muro pero el muro también somos nosotros porque nada es más fuerte que la geografía. Solo somos un detalle en el desierto".

Con los colores y los trazos de Jackson Pollock en la cabeza, el realizador ha construido un filme a retazos, que recupera la historia de la activista palestina Ahed Tamimi, símbolo de la resistencia por abofetear a un soldado.