Shanghái guarda un rincón para la banda de jazz más anciana del mundo

A pocos metros del bullicio de los turistas y del brillo de los rascacielos futuristas de Shanghái, hay un rincón donde todavía es ayer, un salón de jazz donde actúa la banda con más edad del mundo luchando contra el paso del tiempo.

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Ajenos a la China frenética de los avances tecnológicos y al ocio estruendoso de karaokes y videojuegos de realidad virtual, reposa cada noche en el ambiente de este rincón atípico la música de un sexteto que supera los ochenta años de edad de media.

Se llaman la Old Jazz Band ("Banda Vieja de Jazz", en inglés) de Shanghái y actúan desde hace cuarenta años en el bar de uno de los hoteles más icónicos de la urbe asiática, el Fairmont Peace Hotel, inaugurado en 1929, en la época dorada de la ciudad, en plena concesión británica.

Comenzaron a tocar allí poco tiempo después de que la Revolución Cultural (1966-1976) prohibiera cualquier vestigio de arte venido del extranjero, incluido el ritmo desatado de aquella música nacida a finales del siglo XIX en las manos de los afroamericanos de Nueva Orleans (EE.UU.).

"Hay gente que viene a Shanghái solamente para ver nuestra función. He encontrado a muchos mayores que vienen para reencontrarse con la música de su época, les da nostalgia", cuenta a Efe Xiao Xueqiang, quien además de ser representante del grupo ostenta el título del más joven de la banda: 65 años.

También acuden muchos extranjeros que buscan en la urbe algún rastro de tiempos pasados, del brillo de la Perla de Oriente, solapado hoy por las luces de neón y los rascacielos.

UNA LUCHA CONTRA EL TIEMPO

Tras la imponente entrada de este hotel de lujo, una de las joyas 'art déco' de la ciudad, se esconde el Jazz Bar, donde muebles de madera oscura y luces tenues envuelven la música de la banda más antigua del mundo, según lo certificó el Récord Guiness.

Cuando lo obtuvieron en 2005 tenían 76 años de media. Hoy tienen 82 y sus miembros van desde los 65 años a los 87 años.

En total son quince músicos que se alternan en las funciones. "Uno de los fundadores de nuestra banda, Zhou Wanrong, tiene hoy 99 años y, aunque ya no toca, de vez en cuando sigue asistiendo al espectáculo", añade Xiao, quien lamenta el fallecimiento de tres de ellos en los últimos años.

Sí sigue en primera línea Wu Wende, quien cumplirá 86 años el mes que viene y no se retira a descansar porque la música es su "energía" y su ayuda para que "el cuerpo tenga salud".

"Yo toco la batería y para eso hay que mover tanto las manos como las piernas, es un buen ejercicio", cuenta a Efe el anciano, quien confiesa que hoy no se encuentra muy bien de salud pero que ha decidido venir porque la música es su medicina.

"Hoy en realidad estoy un poco enfermo, quería pedir permiso para ausentarme, pero al venir aquí y escuchar la música, me excita y me llena de energía", añade.

JAZZ, PERO SUAVE

Como no podía ser de otro modo, el repertorio de la Old Jazz Band es una oda a "los amantes de la nostalgia" y entremezcla música clásica de Estados Unidos o de Europa con las "músicas típicas de la época de los años 40 de Shanghái", tocadas con instrumentos occidentales y ritmo de jazz", explica Xiao.

Es un estilo propio que ha sido bautizado como "jazz suave" y que poco tiene que ver con la música agitada de los salones de Nueva Orleans, para que nadie se lleve un desengaño.

"El jazz tiene tres elementos importantes: es libre, excitante y dinámico, pero lo nuestro es diferente, son unos ancianos tocando sentados", insiste Xiao. Eso es lo que tiene que esperar la gente.

Un grupo de personas mayores que "no tienen necesidades económicas" sino que tocan "por el amor de la música" y porque en este lugar sienten que de algún modo pueden ganar alguna batalla a la devastadora guerra del paso del tiempo.