Toda la atención de la NBA estaba puesta hoy en este encuentro entre dos equipos que, aunque todavía queda una eternidad, muchos anticipan ya que podrían verse las caras en las Finales.
Pero las ausencias de los lesionados Durant y Davis, dos puntales en sus respectivos conjuntos, descafeinaron en cierta medida el partido e impidieron que se puedan sacar conclusiones más sólidas.
En cualquier caso, los Nets asaltaron hoy sin contemplaciones el Staples Center de Los Ángeles (EE.UU.) con una exhibición de artillería desde el perímetro (46 % en triples con 18 de 39).
James Harden lideró esta victoria con 23 puntos, 11 asistencias y 5 rebotes, pero estuvo muy bien acompañado por Kyrie Irving (16 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias) y por unos fantásticos Joe Harris (21 puntos, 6 de 7 en triples) y Timothe Luwawu-Cabarrot (15 puntos, 5 de 8 en tiros de tres).
Por parte de los Lakers destacó LeBron James, que hoy batió una nueva marca al convertirse en el tercer jugador en la historia de la NBA en superar los 35,000 puntos anotados (por delante solo le quedan Kareem Abdul-Jabbar y Karl Malone).
La estrella de los de púrpura y oro consiguió hoy 32 puntos, 8 rebotes y 7 asistencias, pero no pudo compensar el desacierto de su equipo desde el triple (27 %, 8 de 30 intentos).
Marc Gasol aportó 8 puntos (2 de 5 en tiros), 3 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y un tapón frente a 3 pérdidas en 20 minutos.
El enfrentamiento entre el mejor ataque de la liga (Nets) y la mejor defensa (Lakers) comenzó con dos apuestas muy diferenciadas: un quinteto bajo en el caso de los de Brooklyn y la titularidad de un pívot tradicional como Gasol para los actuales campeones de la NBA.
Eso dio pie a algunos emparejamientos poco naturales, como Harden defendiendo a Gasol, pero en los primeros minutos predominó la igualdad (16-12 en el ecuador del cuarto inicial).
Pero tras la corta ventaja del primer cuarto (24-31), el arreón de los Nets llegó en el segundo parcial de la mano de un Harris espléndido que conectó tres triples seguidos y que puso a los visitantes acariciando los 20 puntos de ventaja (41-60 a falta de tres minutos).
En ese momento regresó James a la cancha para calmar las aguas y para no entregar el partido antes del descanso (53-64).
Los Lakers buscaban reengancharse al partido con más fe que recursos y con Kyle Kuzma dando un paso al frente (16 puntos y 10 rebotes al final), pero poco podían hacer ante unos Nets que veían el aro del tamaño de una piscina.
El arranque del último cuarto (74-90) resumió de forma precisa lo que se vio en la cancha.
Los Lakers, frustrados y sin ideas durante toda la noche, fallaron cuatro triples consecutivos con cuatro tiradores diferentes, mientras que los Nets seguían disfrutando de una puntería fabulosa (74-96 tras dos minutos).
A falta de 5 minutos, Vogel retiró a James y se dio por vencido, aunque en los minutos de la basura los locales maquillaron el marcador de una manera un poco engañosa.
Los Lakers (22-8) se enfrentarán el sábado a los Miami Heat en una revancha de las pasadas Finales de la NBA, en tanto que los Nets (19-12) tratarán de lograr su sexta victoria consecutiva el domingo en otro test de prestigio ante Los Angeles Clippers.