El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) también fue protagonista, en su caso por protagonizar un espectacular accidente durante la carrera larga del domingo. En la tercera curva de la tercera vuelta embistió con fuerza y por detrás al portugués Miguel Oliveira (Aprilia RS-GP) que, por cosas del azar o la fortuna, no resultó lesionado, como sí le pasó al ocho veces campeón del mundo.
El tercer dato relevante del fin de semana fue el grave accidente sufrido el viernes por el español Pol Espargaró (GasGas RC 16), que acabó ingresado en un hospital de Faro, desde donde viajó el domingo a España para poder ser intervenido quirúrgicamente, probablemente, de una fractura de mandíbula, además de evaluar más intensamente las fracturas diagnosticadas en Portugal en una vértebra cervical y otra dorsal que le mantendrán bastante tiempo alejado de los circuitos.
El nuevo formato ha pasado factura a no pocos pilotos, pues también se lesionó en la carrera sprint el italiano Enea Bastianini (Ducati Desmosedici GP23), al que tiró por los suelos su compatriota Luca Marini (Ducati Desmosedici GP22), y en el percance se fracturó la escápula derecha, lo que le hará ser baja, como mínimo hasta la carrera de Austin (Estados Unidos).
Todos los pilotos se han mostrado cautos a la hora de atribuir la siniestralidad al nuevo formato de competición, que les obliga a salir a "por todas" ya desde el mismo viernes, pero en lo que sí se mostraron casi todos de acuerdo es en que la agresividad mostrada por todos ellos a lo largo del fin de semana fue ciertamente preocupante.
Para muchos ésta vino dada por el hecho de que al realizarse la semana anterior unos test en este mismo escenario los pilotos y los equipos llegaron a Portimao con los deberes demasiado bien hechos y habrá que esperar a próximas carreras para ver si cambia la situación.
En el caso del piloto de Repsol Honda, el mismo Marc Márquez reconoció que se equivocó con la estrategia y elección del neumático delantero y que eso provocó una situación de riesgo que afectó a otro piloto -Miguel Oliveira-, lo que más lamentaba el ocho veces campeón del mundo, que además de lesionado, pues se fracturó el primer metacarpiano de la mano derecha, deberá cumplir con la sanción de doble vuelta larga que Dirección de Carrera le ha impuesto para el Gran Premio de Argentina de la próxima semana, si es que lo puede disputar.
Oliveira, a pesar de la espectacularidad de la embestida, salió bien parado de la situación, pues recibió el alta médica en la misma clínica del circuito al no apreciarse ninguna lesión.
Si Bagnaia no defraudó en MotoGP, tampoco lo hizo el español Pedro Acosta (Kalex) en Moto2, al que casi todos dan como uno de los principales candidatos al título en 2023 y que dominó casi a placer la carrera en la categoría intermedia.
Acosta lideró la carrera desde la segunda vuelta y supo mantener a raya a su único rival, el también español Arón Canet (Kalex) destacándose más que sobradamente del resto de rivales.
No está tan clara la situación en Moto3, en donde el español Daniel Holgado (KTM) consiguió la primera victoria de su carrera deportiva, y lo hizo de manera magistral pero después de una intensa pelea, como habitualmente, con un nutrido grupo de pilotos llamados a ser protagonistas durante toda la temporada y en el que están el japonés Ayumu Sasaki (Husqvarna), el brasileño Diogo Moreira, el turco Deniz Öncü (KTM), el colombiano de origen español David Alonso (GasGas) y los españoles David Muñoz (KTM), Jaume Masiá (Honda), José Antonio Rueda (KTM). Xavier Artigas (CFMoto), Iván Ortolá (KTM) o David Salvador (KTM), entre otros.