El equipo dirigido por Carlo Ancelotti visitará al único equipo invicto en su estadio en lo que va de campeonato horas después de que el Barcelona, líder del torneo español con dos puntos de ventaja sobre los blancos, se mida al Córdoba, colista.
El choque frente al conjunto andaluz se antoja como el más complicado de los cuatro que le restan al Real Madrid hasta final de temporada, pues el Sevilla acumula 14 meses sin perder en el estadio Sánchez Pizjuán.
Ni siquiera el Barcelona, que se adelantó 2-0 en su visita a la cancha sevillana, pudo ganar a los dirigidos por Unai Emery, que acumulan 34 partidos invictos en casa.
"Será un partido muy complicado, el Sevilla es un equipo muy fuerte en casa, tiene una racha muy buena y necesitaremos al mejor Madrid", advirtió hoy Ancelotti.
"El Sevilla es un adversario muy complicado, el partido tendrá mucha intensidad porque los dos necesitamos ganar y nos va a exigir mucho porque tenemos la necesidad de ganar", añadió de manera reiterativa el técnico italiano.
El Real Madrid precisa el triunfo para no perder de vista al Barcelona y, en el mejor de los casos, para arrebatarle el liderato en caso de improbable tropiezo azulgrana. El Sevilla, quinto clasificado empatado a 69 puntos con el Valencia, para encaramarse al cuarto lugar que da acceso a la Liga de Campeones.
"Han venido muchos equipos al Sánchez Pizjuán, tenemos una buena dinámica aquí, pero ponernos de favoritos es muy atrevido. No podemos partir de favoritos ante un todopoderoso Real Madrid", aseguró hoy Emery, tras invitar a sus jugadores a "disfrutar" frente a los blancos en lugar de "hacer cuentas".
Consciente de la importancia del duelo, Ancelotti no reveló sus cartas ante el Sevilla. Jugó con la posibilidad de que Sergio Ramos actúe como mediocentro, como ya hizo ante el Atlético de Madrid, pero también con la opción de que sean los españoles Isco o Asier Illarramendi quienes ocupen ese puesto.
"Tengo tres opciones y mañana decidiré", apuntó el técnico del Real Madrid, que, tal y como había previsto hace días, recuperará al galés Gareth Bale para su ataque.
Karim Benzema, otro de los jugadores lesionados del Real Madrid -el croata Luka Modric también lo está-, regresará en las semifinales de la Liga de Campeones ante la Juventus la próxima semana, según avanzó Ancelotti.
Al Barcelona, por su parte, le basta con solventar su partido frente al débil Córdoba para mantener la cabeza de la Liga, justo antes de recibir al exigente Bayern de Múnich en las semifinales de la competición europea.
La tarea parece más que al alcance para los azulgrana, que vuelven a disfrutar del buen futbol de Andrés Iniesta, mientras su tridente ofensivo -Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez- sigue sumando goles: 102 en todas las competiciones.
"Si nosotros ganamos todos los puntos, da igual lo que hagan (los rivales), aunque prefiero que tengan problemas y se dejen puntos", señaló Luis Enrique, que se espera a un Córdoba "más liberado", toda vez que su permanencia en la Liga es ya casi imposible.
Entre los partidos del Barcelona y del Real Madrid, el Atlético de Madrid buscará afianzar su ahora cómoda ventaja en el tercer puesto de la Liga frente al Athletic de Bilbao.
El equipo dirigido por el argentino Diego Simeone cuenta con seis puntos de renta sobre el Valencia, que tropezó en la pasada fecha y el domingo se mide al Éibar, y también sobre el Sevilla.
"El partido ante el Athletic es más que el encuentro contra el Barcelona de la jornada 37. Podemos dar un paso más para llevar al equipo por tercera vez consecutiva a la Champions, algo que no ha pasado en 112 años de historia", recordó Simeone, que no confía en un "favor" del Real Madrid ante el Sevilla.
La jornada de sábado de la Liga se cerrará con el Deportivo-Villarreal, con los gallegos en lucha desesperada por alejarse de los puestos de descenso.(DPA)