Hudson, medallista de bronce en el reciente Mundial de Eugene, paró en el Estadio Olímpico de Múnich el crono en 44.53, una marca muy inferior a los 45.03 del suizo Ricky Petrucciani, segundo, y a los 45.17 de su compatriota Alex Haydock.
Esta victoria devuelve a Matthew Hudson-Smith la sonrisa tras unos años complicados. En 2019 se rompió el tendón de aquiles, en 2020 llegó la pandemia de la covid-19 y posteriormente murieron su entrenador, Lloyd Cowan, con 58 años, y su fisioterapeuta, Neil Black, con 60.
Esas pérdidas, unidas a la denegación del visado de trabajo en Estados Unidos cuando se planteó cambiar de país para entrenar, le hicieron entrar en un periodo de depresión que, como reconoció públicamente, le llevaron a pensar en el suicidio.
La medalla de bronce en el reciente Mundial de Eugene y este oro en el Europeo de Múnich devuelven la sonrisa al velocista británico, que, a sus 27 años, sigue siendo el rey europeo de los 400 metros.