"Este es el anuncio de extensión de Kyler Murray. Está aquí para quedarse", fue el mensaje que los Cardinals publicaron en su cuenta de Twitter para informar el acuerdo con su pasador al que le quedaban dos años de su contrato de novato que terminará en 2023.
Murray, quien en agosto cumplirá 25 años, se embolsará 46.1 millones de dólares por temporada, que lo convierten en el segundo jugador mejor pagado de la NFL.
El quarterback mantuvo en vilo a los aficionados de los Cardinals durante la temporada baja sobre su continuidad en el equipo del que incluso borró en sus redes sociales todas las imágenes en las que portaba algún motivo con los colores de Arizona.
En febrero pasado el agente del pasador, Erik Burkhardt, publicó en una carta a los medios lo que Murray necesitaba para permanecer en el equipo del entrenador Kliff Kingsbury.
"Kyler cree que para competir de manera consisten por campeonatos y finalmente darles el primer Super Bowl en más de 33 años, tiene que haber una estabilidad a largo plazo para la organización y para él mismo", fue el pedido que el pasador hizo a través de Burkhardt.
A partir de ese comunicado Murray recibió críticas por presionar a los Cardinals para tener un aumento significativo en su sueldo, algo que el quarterback negó.
"Todo este sinsentido que se ha dicho sobre mí, no es quien soy realmente, nunca lo he sido y nunca lo seré", fue la respuesta de Murray a los señalamientos.
A pesar del alejamiento entre el designado Mejor Novato Ofensivo de la NFL en 2019 y la directiva de Arizona, su presencia en los entrenamientos de junio suavizó la relación y abrió la puerta al acuerdo al que llegaron este jueves.
El nativo de Bedford, Texas, fue tomado por los Cardinals como la primera selección global del Draft 2019, año en el que brilló como novato en la NFL.
En tres temporadas en el equipo ha acumulado 11.480 yardas por pase, ha completado 1,057 envíos en 1,580 intentos; suma 70 anotaciones y 34 intercepciones.
La extensión hasta 2028 que firmó Murray significa una apuesta definitiva de los Cardinals para llegar al Super Bowl bajo el liderazgo del exestrella de la Universidad de Oklahoma.