Más nostalgia que odio: Miami recibe sin ira a LeBron James

No habrá camisetas quemadas, abucheos masivos ni insultos. El retorno mañana de LeBron James por primera vez a Miami será como el reencuentro de una pareja que se separó y que prefiere recordar la época feliz que la amargura de la despedida.

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LeBron James.

El Heat le regalará a James por el Día de Navidad una calurosa bienvenida oficial con video de reconocimiento incluido por sus cuatro años, cuatro finales y dos títulos. Al fin y al cabo, es mejor un James compungido, misericordioso y navideño que uno rabioso para el duelo contra los Cleveland Cavaliers.

Otra cosa será lo que haga afición. Habrá abucheos, pero muchos pensarán como Dwyane Wade, que pide aplausos aunque renunciara a su contrato para dejar espacio salarial a James. Al final, se redujo el salario, pero su "hermano" se marchó igualmente de vuelta a Cleveland.

"Habrá división de opiniones. Yo creo que debería ser recibido de forma diferente. Alcanzamos cotas que no habíamos visto hasta que él no vino", dijo Wade en una entrevista la pasada semana con ESPN. "Creo que debería ser recibido muy bien al comienzo del partido. Luego, cuando el partido empiece, que los fans hagan lo que tengan que hacer".

El regreso a Florida de James es un gran argumento en el relato de la NBA, de ahí que sea uno de los puntos fuertes de la gran jornada navideña con cinco partidos de alto nivel.

Pero quien espere una agria historia de desamor, se equivoca. Sólo se odia a lo que se amó con intensidad y ahí entra en juego la poca pasión de la afición de Miami hacia su equipo. Buena parte de la hinchada se perdió el mítico triple de Ray Allen en el sexto partido de la final de 2013 ante San Antonio Spurs. Parecía todo perdido y había que evitar el atasco para volver a casa. El Heat ganó aquel partido en unos últimos segundos de infarto, luego el séptimo encuentro y así el segundo título de la era James.

En cambio, Cleveland fue un polvorín contra su ídolo cuando volvió con la camiseta del Heat el 2 de diciembre de 2010. Y estalló de devoción por el retorno del hijo pródigo anunciado el 11 de julio.

Tras cuatro años de éxitos en Florida con cuatro finales y dos títulos, James volvió con el amor de toda su vida, el primero, quizás el último y seguro el más auténtico.

Su retorno a casa dejó en Miami alguna tímida protesta, camisetas con el número 6 a la espalda rebajadas al 50 por ciento y agradecimiento a Wade por quedarse para siempre.

"Decir que no he pensado en el regreso sería una mentira. Va a ser genial volver a esa cancha con esos aficionados increíbles, y volverán los recuerdos de haber sido parte de ese equipo cuatro años", dijo James el martes tras el triunfo de Cleveland. "Me emocionará revivir muchos momentos en mi cabeza", agregó.

James también agradece a la afición y a todo el Heat que le diera lo que buscaba cuando llegó en 2010: un equipo con el que ganar títulos. "Estoy ilusionado por ver a mis compañeros con los que fui a la guerra, a los técnicos. Hay muchos partidos, pero será un gran momento", afirmó James, restando dramatismo al encuentro, uno más de una temporada regular que está siendo un calvario para el Heat.

Los resultados de Miami (13-16), incluida la derrota del martes en casa ante Philadelphia, el peor equipo de la NBA, ayudan a justificar la salida de James, que sueña con un título con los Cavaliers (17-10).

A pesar de estar aún en proceso de creación, el trío formado por Kevin Love, Kyrie Irving y James promete mucho más que el Heat de Wade y Chris Bosh, que se ha perdido seis partidos seguidos por lesión.

"Al final, el tipo es un jugador increíble y a todos nos gusta el baloncesto. Espero que nuestros aficionados agradezcan lo que dio al equipo durante cuatro años", pidió Wade, que sigue manteniendo una gran amistad y con el "Rey", más añorado que odiado en Miami.(DPA)