En un comunicado enviado al mercado, la compañía informó que los primeros vuelos con este tipo de avión serán en las rutas que tiene origen o llegada en Sao Paulo y que, hasta finales del mes, todas las siete aeronaves Boeing 737 MAX que dispone en su flota serán "gradualmente reincorporadas a la programación de vuelos".
Gol, la única aerolínea que posee esa clase de aviones en Brasil, explicó que la decisión se produce tras 20 meses de acompañamiento de la "revisión de seguridad más amplia de la historia de la aviación comercial" y cuenta con el aval de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), que autorizó el pasado 25 de noviembre la vuelta de las operaciones del Boeing 737 MAX en el país.
"Después de la nueva certificación del Boeing 737 MAX por la Administración Federal Aérea (FAA, en inglés) de EE.UU. y por ANAC, estamos totalmente confiados en el retorno del MAX al servicio", señaló en el comunicado el vicepresidente de Operaciones y piloto de Gol, Celso Ferrer.
La aerolínea agregó que un total de 140 pilotos fueron sometidos a un entrenamiento en Estados Unidos en un simulador MAX a fin de atender a "todos los requisitos técnicos y operacionales descritos en el plan aprobado tanto por FAA como por ANAC".
"La compañía también completó una serie rigurosa de vuelos técnicos, que superaron las exigencias establecidas por las entidades reguladoras de aviación", completó.
En ese sentido, el director de Gol, Paulo Kakinoff, destacó que el 737 MAX "está entre las aeronaves más eficientes de la historia de la aviación" y es la "única a pasar por un proceso completo de certificación, asegurando los más altos niveles de seguridad y confiabilidad".
Gol es una de las tres principales aerolíneas de Brasil, al lado de Latam y Azul, y actualmente opera con una flota de 127 Boeing.
Asimismo, ya ha encomendado al gigante aeronáutico con sede en Chicago otras 95 aeronaves 737 MAX, cuya entrega está prevista para el periodo 2022-2032.
La investigación llevada a cabo tras los accidentes con el Boeing 737 MAX mostró que un falló técnico provocaba descensos precipitados del aparato en pleno vuelo, que no podían ser controlados por los pilotos.
La crisis le costó a Boeing cerca de 20,000 millones de dólares, incluidas las indemnizaciones que tendrá que pagar a las víctimas y a las aerolíneas.
El primero de los accidentes con el modelo ocurrió en octubre de 2018 en Indonesia, cuando un avión de la aerolínea Lion Air se estrelló en el mar de Java y causó la muerte de los 189 pasajeros.
El segundo accidente fue en marzo de 2019 en Etiopía, cuando un avión de Ethiopian Airlines impactó cerca de la población de Bishoftu y murieron las 157 personas.