Biden rememora sus viajes en tren para defender su plan de infraestructura

El presidente estadounidense, Joe Biden, urgió este viernes a ampliar el servicio de trenes del país como parte de su multimillonario plan de inversión en infraestructuras.

"Amtrak no solo nos lleva de un sitio a otro, nos abre enormes oportunidades", afirmó Biden en un evento en la estación de ferrocarril de Filadelfia (Pensilvania) para conmemorar el 50 aniversario de esta compañía de trenes.

Biden aprovechó la celebración para insistir en la necesidad de que el Congreso apruebe su propuesta de infraestructura, valorada en 2.3 billones de dólares y repartidos durante 10 años.

El mandatario, de 78 años, subrayó que creará "millones de empleos bien pagados que harán crecer la economía" y "nos harán más competitivos en todo el mundo", especialmente para hacer frente al auge de China.

El plan incluye 621,000 millones de dólares para mejora de la red de transporte, entre ellos 80,000 millones específicamente destinados para Amtrak con el objetivo de reforzar el popular corredor del noreste entre Washington y Boston y expandir el servicio a ciudades donde no llega ahora como Las Vegas (Nevada), Phoenix (Arizona) o Nashville (Tennessee).

VIAJERO HABITUAL

El mandatario es un apasionado de este medio de transporte que usó de manera casi diaria durante sus más de tres décadas como senador (1973-2008) para ir y volver desde su casa en Delaware hasta Washington, un trayecto de algo menos de hora y media.

En su intervención llegó a señalar que según los cálculos de Amtrak había hecho más de 1.5 millones de millas en tren.

Su presencia era tan habitual que uno de sus apelativos es "Amtrak Joe" y en 2011 la estación de Wilmington fue rebautizada como "Joseph Biden Railroad Station" en su honor.

Entre bromas Biden recordó cómo en alguna ocasión acabó en la estación de Filadelfia después de quedarse dormido al subirse al último tren del día y saltarse su parada en Delaware.

REPUBLICANOS CRITICAN "DESPILFARRO"

El ingente plan de infraestructuras, que Biden ha señalado como "la mayor inversión pública en EE.UU. desde la Segunda Guerra Mundial" y que quiere financiar con una subida impositiva a las grandes empresas, ha sido criticado por parte de la oposición republicana por considerarlo excesivo e incluir fondos adicionales para cuidado de ancianos y de niños.

Esta semana, el senador republicano Tim Scott calificó la propuesta de Biden como un "enorme despilfarro gubernamental" y criticó que gran parte se prevé sea financiado con subidas de impuestos para las empresas y contribuyentes, mientras que un grupo de senadores conservadores presentó un plan alternativo mucho más limitado por valor de 568,000 millones de dólares.

"Creo que hay un punto equilibrado en infraestructura donde podemos encontrar fuentes de financiación que no dañen la economía. Si subes los impuestos, vas a destruir empleos", aseguró Lindsey Graham, otro senador republicano.

La Casa Blanca ha insistido, por su parte, en que estas alzas impositivas, como por ejemplo la de las ganancias de capital -que servirán para sufragar el plan familiar-, afectarán solo a porcentaje muy reducido de los contribuyentes de mayores rentas.

En sus discurso sobre el estado de la Unión de este miércoles, Biden remarcó en que "ya es hora" de que las grandes corporaciones y los más ricos del país, que son un 1 %, "paguen su parte justa" de impuestos.

Para hacer valer su débil mayoría en el Congreso (51-50), no obstante, los demócratas tienen que usar un mecanismo legislativo que les permite aprobar de manera excepcional proyectos por mayoría simple en el Senado y además no pueden permitirse ninguna deserción en su bancada.