El fondo de inversiones con sede en Nueva York incrementó su facturación un 7 % entre enero y marzo, hasta los 4,699 millones, que atribuyó al "crecimiento orgánico y a un aumento del 11 % en los ingresos por servicios de tecnología", según un comunicado.
El principal ejecutivo de la compañía, Laurence Fink, consideró que BlackRock, gracias a su plataforma de inversiones, está bien posicionado para alcanzar las metas financieras a largo plazo de sus clientes pese a la "incertidumbre geopolítica y económica" global.
Sus activos bajo gestión han ascendido durante el trimestre un 9 %, hasta los 9.57 billones de dólares, de los cuales la inmensa mayoría tienen carácter de largo plazo y consisten en inversiones institucionales y en fondos indexados (ETF, por su sigla en inglés).
De acuerdo a la nota, BlackRock generó flujos netos entrantes de largo plazo por valor de 114,000 millones de dólares, procedentes de "todos los tipos de producto, estilos de inversión y regiones", mientras que las ETF en concreto generaron 56,000 millones.
Fink destacó también la buena marcha de su plataforma tecnológica de análisis de riesgo para clientes profesionales Aladdin, "cuya propuesta de valor resuena más que nunca y se está convirtiendo en un componente clave de toda la cartera de soluciones" que ofrece.
Sin mencionar su ganancia específica, señaló que Aladdin ha contribuido a un incremento del 13 % en el "valor anual de contrato" de sus servicios tecnológicos, que han obtenido unos ingresos de 381 millones hasta marzo.
Los resultados, publicados antes de la apertura de Wall Street, tenían una buena acogida en las operaciones electrónicas del mercado y sus acciones subían un 0.46 %. Desde el comienzo del año, la cotizada ha perdido casi un 22 % de su valor.